No podemos contar la historia del Barrio Don Bosco, sin antes remontar a la entrada de la orden Salesiana a Costa Rica.

La Orden Salesiana en Costa Rica:
Los salesianos llegaron a Costa Rica el 20 de julio de 1907, desembarcando en Puntarenas y estableciéndose primero en Cartago para hacerse cargo del Hospicio de Huérfanos. Su labor inicial se centró en la educación y el cuidado de niños y jóvenes, lo que eventualmente los llevó a fundar otras obras educativas significativas en San José y otras partes del país.
Cronología de la llegada y expansión en Costa Rica:
20 de julio de 1907: Cuatro salesianos desembarcan en Puntarenas y se dirigen a Cartago para asumir la administración del Hospicio de Huérfanos.
1907-1952: Los salesianos transforman el hospicio en una Escuela de Artes y Oficios, ofreciendo formación técnica en áreas como sastrería, mecánica, tipografía y carpintería a niños y jóvenes de la región.
1933: La actividad salesiana se expande a San José con la apertura de un dormitorio para limpiabotas, dando origen al futuro Barrio Don Bosco y al Colegio Técnico Don Bosco.
1965: Se funda el Colegio Salesiano Don Bosco de Zapote para responder a la creciente demanda educativa.
1971: Se abre la sección nocturna en el Colegio Vocacional de Artes y Oficios de Cartago (COVAO), que en 1977 se traslada a su ubicación actual.
2002: El COVAO recibe la declaratoria de Benemeritazgo por parte de la Asamblea Legislativa.
El Barrio Don Bosco (1933):
El Barrio Don Bosco es una zona emblemática que lleva el nombre de San Juan Bosco, un sacerdote y educador italiano del siglo XIX conocido por su dedicación a la formación integral de la juventud.
La figura de Don Bosco de nombre, Giovanni Melchiorre Bosco es central en la historia de los Salesianos, una congregación religiosa fundada por él en 1859 con el objetivo de ayudar a los jóvenes en riesgo y ofrecerles una educación de calidad basada en principios cristianos.
Fundó la Congregación Salesiana, la Asociación de María Auxiliadora (ADMA), la Asociación de Salesianos Cooperadores, el Boletín Salesiano, el Oratorio Salesiano y el Instituto de las Hijas de María Auxiliadora. Promovió la Asociación de Exalumnos Salesianos, el desarrollo de un sistema pedagógico moderno conocido como sistema preventivo para la formación de los niños y jóvenes, y la construcción de obras educativas al servicio de la juventud más necesitada, especialmente en Europa e Iberoamérica.
Fue uno de los sacerdotes más cercanos al pontificado de Pío IX y al mismo tiempo propugnó mantener la unidad de la Iglesia durante los duros años de la consolidación del Estado italiano y los enfrentamientos entre este y el papa que ocasionó la pérdida de los llamados Estados Pontificios y el nacimiento de la Italia Unificada. Fue autor de numerosas obras, todas dirigidas a la educación juvenil y a la defensa de la fe católica, lo que lo destaca como uno de los principales promotores de la imprenta.
Los Salesianos se establecieron en la capital desde 1929, tras la donación de un terreno de 4.000 metros cuadrados de parte del empresario Felipe J. Alvarado, en el distrito Hospital. Desde entonces, se conoce la zona como «Barrio Don Bosco». Es como de esta manera el Barrio Don Bosco se desarrolló alrededor de una de las instituciones educativas salesianas más representativas.

Desde su establecimiento, el barrio ha sido un punto de encuentro para familias que buscan una educación integral para sus hijos, beneficiándose de las enseñanzas y valores que promueven los Salesianos.

Con el tiempo, el Barrio Don Bosco ha evolucionado, enfrentando desafíos sociales, económicos y culturales. Sin embargo, la presencia salesiana ha sido constante y ha adaptado sus métodos educativos a las necesidades de cada época. Hoy en día, el barrio no solo es conocido por su actividad educativa, sino también por su vibrante vida comunitaria, que incluye actividades culturales, deportivas y de voluntariado.
El Barrio Don Bosco y sus Principales Instituciones:
El Barrio Don Bosco es un lugar cargado de historia y dinamismo comunitario. Reconocido por su fuerte sentido de identidad y cohesión social, este barrio alberga diversas instituciones que desempeñan un papel crucial en el desarrollo y bienestar de sus habitantes. A continuación, se presentan algunas de las principales instituciones que caracterizan esta comunidad.
1. Centro Educativo Don Bosco: Esta institución educativa es una de las más emblemáticas del barrio. Ofrece educación integral a niños y jóvenes, promoviendo no solo el aprendizaje académico, sino también valores como la solidaridad, el respeto y la disciplina. Con un enfoque pedagógico inspirado en la filosofía de San Juan Bosco, el centro se ha convertido en un pilar fundamental para las familias del barrio.
2. Parroquia San Juan Bosco: La parroquia es un espacio de encuentro espiritual y comunitario. Además de sus funciones religiosas, organiza actividades culturales y recreativas que fomentan la participación de los vecinos. Sus programas de asistencia social, como comedores y talleres de formación, son esenciales para ayudar a las familias en situación de vulnerabilidad.
3. Casa de la Cultura Don Bosco: Este centro cultural se dedica a promover el arte y la cultura en el barrio. A través de talleres de música, danza, teatro y artes plásticas, la casa de la cultura busca ofrecer alternativas de esparcimiento y desarrollo personal a los jóvenes. También organiza eventos que reúnen a la comunidad, fortaleciendo los lazos entre sus habitantes.
4. Asociación de Vecinos del Barrio Don Bosco: Esta organización juega un rol clave en la promoción de la participación ciudadana. Actúa como un puente entre los residentes y las autoridades, facilitando la comunicación y gestionando proyectos que buscan mejorar las condiciones de vida en el barrio, como la rehabilitación de espacios públicos y la seguridad vecinal.
En resumen, el Barrio Don Bosco se distingue por la riqueza de sus instituciones, que no solo atienden las necesidades básicas de sus habitantes, sino que también fomentan la integración social y el desarrollo comunitario. Estas organizaciones son ejemplos de cómo el trabajo colaborativo puede transformar realidades y mejorar la calidad de vida en una comunidad.



Referencias:
Investigación Mi CR de Antaño .
Fotografías varias de Internet.








