…yo vide en esta tierra de Veragua mayor señal de oro en dos días primeros que en La Española en cuatro años… Cristóbal Colón (Carta de Jamaica).
Cristóbal Colón arribó al actual territorio de Costa Rica el 25 de septiembre de 1502, en su cuarto viaje. La llamó «Veragua» en su «Carta de Jamaica», y dado que logró recoger algunos pocos objetos de oro que obtuvo de los indígenas, le sirvió para difundir la idea de que esa región era una «costa rica», lo que impulsó a los aventureros a emprender otras exploraciones y sirvió de polo de atracción para los colonizadores por la existencia de esta supuesta riqueza aurífera.
Manuel José Fernández Chacón (San José, 26 de marzo de 1786 – Puntarenas, 31 de julio de 1841) fue un político costarricense, y Jefe de Estado (marzo-mayo de 1835). Su antecesor en la Jefatura del Estado fue José Rafael de Gallegos y Alvarado y su sucesor Braulio Carrillo Colina.
Datos personales Nació en San José, el 26 de marzo de 1786. Sus padres fueron Félix Fernández y Tenorio y Petronila Chacón y Aguilar. Su hermana Gerónima Fernández Chacón fue la esposa del primer diplomático de Costa Rica, Mariano Montealegre Bustamante.
Casó en Cartago el 23 de septiembre de 1824 con Dolores Oreamuno y Muñoz de la Trinidad, hija de Gregorio de Oreamuno y Alvarado y Juana Muñoz de la Trinidad y Gómez. De este matrimonio nacieron ocho hijos: Juana Virgita de Jesús, Federico Fernández Oreamuno, Pacífica Fernández Oreamuno, Juan Manuel de la Trinidad, Juana Emerenciana, Juan Manuel Faustino, Juan Manuel y Próspero Fernández Oreamuno.
Fue dueño de valiosas haciendas ganaderas en las inmediaciones de Bagaces.
Primeros cargos públicos Manuel Fernández Chacón fue Alcalde de Bagaces en 1823, miembro de la Asamblea Constituyente de 1824-1825, Intendente General de 1825 a 1832 y Diputado por San José de 1832 a 1833. En 1833 fue elegido como Vicejefe de Estado y Presidente del Consejo Representativo para el período 1833-1837.
Jefe Supremo del Estado En marzo de 1835, debido a la renuncia del Jefe de Estado José Rafael de Gallegos y Alvarado, recayó en él la titularidad de la Jefatura, que debía ejercer hasta la conclusión del período correspondiente en 1837, pero debido a que el Poder legislativo decidió declarar nula la elección de Gallegos, se efectuaron nuevas elecciones y en ellas triunfó Braulio Carrillo Colina, a quien Fernández entregó el poder en mayo de 1835. Durante su breve administración se emitieron varias leyes importantes, entre ellas la que sustituyó los diezmos por una contribución sobre la propiedad rural.
Cargos posteriores De 1835 a 1837 ejerció nuevamente los cargos de Vicejefe de Estado y Presidente del Consejo Representativo.
Muerte Murió en Puntarenas, el 31 de julio de 1841, como consecuencia de una caída que sufrió mientras inspeccionaba los trabajos de construcción de los edificios de la aduana de ese puerto.
Su yerno José María Castro Madriz, y uno de sus hijos, Próspero Fernández Oreamuno, fueron Presidentes de la República.
Joaquín Mora Fernández (San José, 16 de enero de 1786 – 26 de octubre de 1862) fue el Jefe de Estado de Costa Rica del 1° de marzo al 17 de abril de 1837.
Vida Nació en San José, el 16 de enero de 1786. Fue hijo de Mateo Mora y Valverde y Lucía Encarnación Fernández y Umaña, que también fueron padres del primer Jefe de Estado Juan Mora Fernández.
Se trata del alma en pena de un caballero montado a caballo, que se aparece en la pampa guanacasteca las noches de luna llena.
La leyenda cuenta que se trata del hijo de un administrador de una hacienda de Guanacaste, un muchacho apuesto pero de mal carácter que quería conseguirlo todo a su manera aunque fuera por las malas.
Se enamoró de una hermosa joven que era sobrina suya, la cual no correspondía su amor, por el carácter de él y por ser familiares. Además, ella estaba enamorada de un humilde sabanero que trabajaba en aquella hacienda, con quién se veía a escondidas a la sombra de un pequeño árbol de guanacaste. Allí les sorprendió el amante quien, despechado, quiso matar de un tiro a la muchacha, pero interponiéndose el enamorado sabanero, la bala ultimó la vida de ambos.
Enterado el padre de la joven de lo sucedido, con el dolor de su alma maldijo al asesino, condenándole a vagar por los llanos sin descanso por todos los siglos de los siglos.
«Dicen que es el alma de don Alfonso que arrepentido vaga por los siglos de los siglos.»—Jesús Bonilla. «El fantasma de los llanos.»
Referencias:
Zeledón Cartín, Elías (2000). Leyendas costarricenses (4ª edición). Heredia, Costa Rica: Editorial de la Universidad Nacional. pp. 286 páginas. ISBN 9977-65-133-7.
El Almacén San Gil fundado por el cubano Emilio San Gil en 1965.
Desde 1963 una familia cubana tomó a CR como su centro de operaciones y se dio a la tarea de implantar una marca que ya sobrepasa los 50 años en el mercado.
Una tienda en el puro centro de Cuba, en Espíritu Santo, fue la motivación para lo que vendría.
Emlio San Gil, hijo recuerda como a sus nueve años salió de su país como refugiado a Miami, donde su padre encontró un socio que le permitiría seguir con su vocación. Un socio Costarricense.
En ese momento, los almacenes llevaban por nombre Miami, pero dos años después pasaron a llamarse San Gil y entrarían en una ebullición hasta el punto de abrir un almacén por año en el país.
Salieron de Cuba porque el padre de Emilio le requisaron sus tiendas, estaba en contro del comunismo. Con la poca plata que tenía salieron de Cuba.
Emilio junto con tres de sus hermanos y luego de la muerte de su padre en el 2001, operaran siete tiendas a lo largo del territorio nacional, en Turrialba, Cartago, Guadalupe y San José.
Referencias:
Andrea Rodríguez V., Periódico El Financiero, Julio, 2015.
Mapa de las sociedades autóctonas costarricenses del siglo XVI a la llegada de los españoles (1502).
A la llegada de los españoles a América, los habitantes originales de Costa Rica sumarían unas 400 000 personas diseminadas por todo el país, los cuales se encontraban organizados en cacicazgos, que tenían divisiones sociales jerárquicas con linajes de carácter hereditario, generalmente por vía matrilineal, pero que también cambiaban pasando del poder de un linaje a otro.
El Tratado Echandi-Fernández (también conocido como Tratado Arias-Calderón Guardia) fue un acuerdo de límites terrestres suscrito el 1 de mayo de 1941 en la ciudad de San José entre el canciller costarricense Alberto Echandi Montero y el embajador de Panamá en Costa Rica Ezequiel Fernández Jaén, durante el gobierno de Rafael Ángel Calderón Guardia en Costa Rica y Arnulfo Arias Madrid en Panamá
Mapa de Costa Rica de 1951, con la línea Echandi-Fernández como límite con Panamá.
Se conoce como Estado Reformista al período histórico costarricense que abarca aproximadamente entre 1940 y 1980, iniciando con la presidencia del caudillo socialcristiano Rafael Ángel Calderón Guardia que inaugura una serie de reformas sociales progresistas que dejan atrás el ya en crisis Estado Liberal y que generalmente se le extiende hasta el inicio de las reformas neoliberales de los años ochentas y noventas en que inicia el período bipartidista. Si bien su período conciso de finalización es sujeto de debate, lo más temprano que se le ubica es en la presidencia de Luis Alberto Monge Álvarez donde se dieron los primeros Planes de Ajuste Estructural recomendados por el Fondo Monetario Internacional.
Una memoria reúne la historia de las dos primeras generaciones de la familia Sauter en Costa Rica: los fundadores y los miembros que la consolidaron.
Han pasado 93 años desde que el primer Sauter llegó a nuestro país. Fue a principios de siglo cuando la semilla de esa familia alemana se sembró en territorio nacional.
El pionero se llamó Federico Sauter y llegó a estas tierras para ayudar a Antonio Lehmann en su librería. En 1913 se le unió JoséSauter, quien también trabajó en el negocio de los libros y gestó junto a su hermano una fructífera trayectoria empresarial que se ha mantenido hasta nuestros días.
El 12 de marzo de 1948 se produjo, en Costa Rica, un levantamiento armado contra el Gobierno de Teodoro Picado Michalski, que estaba a punto de terminar el 8 de mayo de ese año.
Teodoro Picado Michalski.
El detonante del levantamiento armado fue la anulación de las elecciones de febrero, por parte del Congreso de la República, desconociendo el triunfo electoral en la presidencia de Otilio Ulate Blanco, entonces líder opositor, quien se enfrentó a Rafael Ángel Calderón Guardia, expresidente de Costa Rica, 1940-1948, quien aspiraba a la reelección en un segundo mandato. El Congreso Nacional tenía la atribución, la potestad, de conocer los resultados electorales, que le eran presentados por el entonces Tribunal Electoral y de aprobarlos o no aprobarlos, de avalarlos o rechazarlos, y de actuar de conformidad.
Rafael Angel Calderón Guardia y Otilio Ulate Blanco
Costa Rica había vivido una década, 1939-1949, intensa y tensa en todos los órdenes político nacionales e internacionales.
Se conoce como Estado Liberal a un período histórico costarricense que se dio aproximadamente entre 1870 y 1940. Respondió al dominio hegemónico en lo político, ideológico y económico de la filosofía liberal. 1 Se le considera un periodo de trascendental importancia para la historia costarricense, pues es cuando finalmente se da la consolidación del Estado nacional y sus instituciones.
La llegada de los liberales al poder significó un profundo cambio que afectó todos los aspectos esenciales de la política, la economía, la sociedad y la cultura costarricenses. El paso de Costa Rica de provincia colonial a nación soberana no se dio de manera mecánica, sino que debieron ocurrir toda una serie de transformaciones en todos los ámbitos para que el Estado lograse consolidarse como tal.
En 1849 ascendió al poder Juan Rafael Mora Porras (1849-1859), bajo cuya administración el país presentó un gran auge económico y social, secundario al establecimiento de un modelo agroexportador basado en el café, lo que permitió la formación y fortalecimiento de una oligarquía cafetalera de gran influencia sobre los asuntos del estado.
Juan Rafael Mora Porrás.
La bonanza económica permitió que se importaron nuevas tecnologías, se abrieron vías de comunicación, se mejoraron los caminos y puertos, se fortaleció el poder central del Estado, eliminándose los localismos, se fortaleció y modernizó el ejército, se construyeron importantes obras de infraestructura pública como el Palacio Nacional, el Hospital San Juan de Dios, el edificio de la Universidad de Santo Tomás, la primera Facultad de Medicina, el primer banco nacional, el primer teatro, la Fábrica Nacional de Licores, se compuso la música del actual Himno Nacional, obra de Manuel María Gutiérrez Flores, y se delimitó la frontera con Nicaragua mediante el Tratado Cañas-Jerez.
Referencias:
Molina, Iván; Palmer, Steven (2011). Historia de Costa Rica (2.ª edición). San José, Costa Rica: Editorial de la Universidad de Costa Rica. p. 222
Sibaja Chacón, Luis Fernando (2006). Del Cañas-Jerez al Chamorro-Bryan: las relaciones limítrofes entre Costa Rica y Nicaragua en la perspectiva histórica, 1858-1916.
Costa Rica se independizó del Imperio español el 15 de septiembre de 1821, junto al resto de la Capitanía General de Guatemala. Después de recibir el pronunciamiento de la ciudad de León, establecido en el «Acta de los Nublados», el ayuntamiento de Cartago emitió el acta del 29 de octubre, declaró la independencia y, el 1 de diciembre, una Junta de Legados promulgó el Pacto de Concordia, la primera Constitución, en la que constituyó su propia forma de gobierno, a cargo de una Junta Superior Gubernativa, se reconocieron los derechos civiles de los habitantes, se abolió la esclavitud y se proclamó la libertad de comercio. Costa Rica formó parte de la República Federal de Centroamérica (1823), pero su participación (1823-1842) fue bastante marginal. Costa Rica buscó solucionar sus problemas por sí misma: para 1825, contaba con su propia moneda, Jefe de Estado, Asamblea Legislativa y Corte Suprema de Justicia. Entre 1825 y 1833, mientras la República Federal se debate en la anarquía política y la guerra civil (1826-1829), Costa Rica vive un periodo de relativa estabilidad política. El Estado ganó territorio con la anexión del Partido de Nicoya al país, el 25 de julio de 1824, pero también perdió con la ocupación de Bocas del Toro de 1836 por la República de la Nueva Granada.
Braulio Carrillo Colina. Por su obra monumental, se le reconoce como el «Arquitecto del Estado Costarricense
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La vinculación de Costa Rica durante el siglo XIX al comercio mundial, primero con el café y luego con el banano y la construcción del ferrocarril hacia Puerto Limón en el Atlántico, son aspectos que inician la actividad turística en el país.