La Casona de la Hacienda El Jobo, con más de un siglo de antigüedad, constituye uno de los pocos ejemplos de la arquitectura de las viejas haciendas ganaderas de Guanacaste, las cuales jugaron un papel fundamental en el desarrollo socioeconómico de esa provincia.
De la Casona se tienen datos registrales a partir de 1877, cuando David, Alejandro y Pedro Hurtado Bustos, hacendados y vecinos de Rivas de Nicaragua, se presentan ante Federico Faerrón, Juez Civil y de Comercio en la provincia de Guanacaste, y piden título posesorio de la Hacienda El Jobo, exponiendo que la adquirieron por herencia de sus finados padres, Pedro Hurtado y Josefa Bustos.
Su valor arquitectónico vernáculo el cual incluye el bahareque, madera trabajada a mano, tejas de barro cocido y corrales de piedra merece ser conservado como testimonio de estas antiguas construcciones.
La Casona de la Hacienda El Jobo fue escenario de una importante batalla el 26 de mayo de 1919, entre las fuerzas revolucionarias que se enfrentaron a la dictadura de los Tinoco, en la denominada revolución del Sapoá.
Declarada Patrimonio Arquitectónico el 13 de diciembre del 2000 bajo decreto #29136-C, Gaceta #239.
Referencias:
Municipalidad de Liberia
Costa Rica y su Historia (página de Facebook).