El Río Torres cuenta con tres nacientes de agua, la de mayor influencia se encuentra ubicada en La Unión de Tres Ríos. Su nacimiento se da en los cerros La Carpintera y alto Coris, los cuales presentan un rumbo de sur a norte y de noreste a suroeste. Las otras dos nacientes restantes tienen origen en San Pedro, en donde a menos de un kilómetro sus aguas cristalinas (ya no potables), se convierten en aguas con colores oscuros y de fuertes olores. Esto es causado por las urbanizaciones y los residenciales de la zona, los cuales no tienen un trato adecuado de sus aguas residuales.
Historia:
El Río Torres, junto al María Aguilar, fueron claves para el desarrollo de San José.
Cerca del año de 1750 este río abasteció de agua a sus primeros pobladores de lo que sería una aldea que años después se convertiría en la capital costarricense.
El cauce de este río fue el primero en mover las turbinas que dotarían de electricidad al pequeño poblado y en sus orillas, las lavanderas se unían a la fuerza laboral aportando lo suyo al desarrollo del país.
Los primeros pobladores de la capital se ubicaron a orillas del Torres para abastecerse del líquido, pero se alejaron cuando se fundó el centro. Aún así la ciudad se expendió siguiendo la lógica del cauce en dirección este a oeste, pero dándole la espalda. Ya no era necesario acercarse al río para obtener agua porque se construyeron pozos y luego vinieron las tuberías.
Fue de esta manera como se fue perdiendo la noción de dónde venía el agua. La abundancia del recurso hídrico hizo que no se estimara su importancia y, al crecer la ciudad, los ríos urbanos fueron contaminándose. Se creyó que era un recurso infinito. Estamos rodeados de ríos y montañas, dando por sentado que ahí están. El café, que tanto ayudó al desarrollo del país, fue el primero en desechar sus brozas y mieles a los cuerpos de agua. Afortunadamente, esto empezó a mejorar a partir de 1990, cuando los beneficios implementaron medidas de manejo de residuos. Los ríos también sufrieron con la migración del campo a la ciudad que se dio en 1950 y el consecuente crecimiento de la población en la Gran Área Metropolitana.
La construcción, a inicios del siglo XX, de la red de alcantarillado fue insuficiente para evitar la contaminación. Lastimosamente San José y sus habitantes no valoraron los recursos hídricos del país y poco a poco se fueron olvidando de estos espacios. Es decir, se dejó de ver al río como un espacio cotidiano y eso implicó que la gente se fuera alejando.
Los años pasaron y el Río Torres se contaminó demasiado; sin embargo hoy día existen grupos que han salido al rescate de tan noble recurso para hacer un alto a la contaminación y concientizar al pueblo a volver a cuidar tan apreciado recurso.
Galería de fotografías antiguas del río Torres:Referencias:
Michell Soto, Periódico La Nación. Medio Ambiente. Se debe conocer el río Torres para salvarlo. 7 febrero, 2016.
Alonso Briceño, Guía de Tertulias en Movimiento.