Expediciones de Juan Vázquez de Coronado (1562-1564)

«Tracé una ciudad en el valle, en un asiento junto a dos ríos. Tiene el valle tres leguas y media en largo y legua y media en ancho; tiene muchas tierras para trigo y maíz; tiene el temple de Valladolid, buen suelo y cielo. Nombré a esta ciudad Cartago, por llamarse esta provincia deste nombre.»
Juan Vázquez de Coronado (1563).53

En 1562, Juan Vázquez de Coronado, alcalde mayor de Nicaragua, fue nombrado alcalde mayor de Costa Rica y Nueva Cartago.

Itinerarios de los Viajes de Juan Vázquez de Coronado.

En su primera expedición, partió de León el 18 de agosto, llegando a Nicoya el 6 de septiembre, donde sostuvo una reunión con los caciques de los bagaces, cotanes y zapandíes, sujetos a la autoridad del Corregidor de Nicoya, para asegurarse provisiones para el ingreso al Valle Central.

Desembarcó luego en la desembocadura del río Tivives, desde donde se dirigió a la villa de Los Reyes, un campamento dejado por Cavallón, para luego marchar por tierra hasta Garcimuñoz.

Cacique Garabito.

Su primera tarea fue intentar sofocar la rebelión del Cacique Garabito, pero no pudo dar con su paradero. Entonces, convocó a los otros caciques del valle, de los cuales el primero en presentarse fue Accerrí, cacique de Aserrí, vasallo del Señor del Guarco, de los huetares orientales, quien fue bien recibido por Vázquez de Coronado. Aliándose con Accerrí y con los caciques de Yurustí y Turrubara, viajó al territorio de los quepoa, donde fue bien recibido y se le obsequió con objetos de oro.

En Quepos, los españoles quedaron impresionados por la riqueza agrícola de la zona, por lo que se instalaron y se lanzaron a la exploración del Pacífico sur del país. Allí enfrentaron la oposición de los cotos, que finalmente acabó en una tregua.

Luego, regresó a Garcimuñoz. Mientras organizaba una segunda expedición, tuvo que enfrentar una rebelión de los huetares del Valle del Guarco, pero mientras iba al encuentro de los rebeldes, se concertó una reunión con el cacique Quitao, enviado por Correque (heredero del Señor del Guarco) para celebrar la paz. Diversos jefes indígenas se presentaron en Garcimuñoz (entre ellos, los caciques de Atirro, Turrialba, Orosi, Puririsí, Quircó, Abux y el mismo Correque, Señor del Guarco),57​ y decidieron someterse al dominio español. Fue de esta manera que Vázquez de Coronado logró tomar posesión del reino oriental de los huetares (el Valle del Guarco), aunque aún tuvo que enfrentar a los rebeldes huetares occidentales bajo la dirección del rey Garabito, y del príncipe Quizarco, hermano de Coquiba, cacique de Pacacua.

«El rescate de Dulcehe», óleo inconcluso de Tomás Povedano. Este episodio narra el rescate de una princesa de los quepoa raptada por los cotos, por parte de Vázquez de Coronado y sus hombres.

Tras la sumisión de los huetares orientales, el centro de dominio español se trasladó al Valle del Guarco, de mejor clima y gran belleza natural. Allí, Vázquez de Coronado fundó la ciudad de Cartago entre los ríos Coris y Purires, la cual poco después trasladó a otro sitio del valle ya que su primer asentamiento era una zona de frecuentes inundaciones. Afianzado en Cartago, Vázquez de Coronado envió una segunda expedición al Pacífico Sur (que enfrentó una nueva resistencia de los cotos), para luego regresar a Nicaragua, de donde volvió con más hombres y provisiones, con los que partió desde Cartago hacia la cordillera de Talamanca, en busca de la reputada Provincia de Ara, en la cuenca del río Tarire, famosa por ser la más rica en yacimientos auríferos del país. Una vez en Ara, en la región del Caribe, pactó con los indígenas locales para que no le atacaran, luego de lo cual regresó siguiendo la ruta del río Reventazón, hasta Cartago, donde enfrentó una nueva rebelión indígena, tras lo cual decidió que necesitaba el apoyo de la Corona y viajó entonces a España, donde obtuvo el título de gobernador, adelantado, capitán general y alguacil mayor de la Provincia de Costa Rica, pero murió en un naufragio en 1565 en la barra de Guadalquivir, a la salida de San Lúcar de Barrameda, océano Atlántico.​ Con su ausencia, los soldados españoles iniciaron la represión de los indígenas, que se alzaron bajo el mando del cacique Turichiquí de Ujarrás,​ y sitiaron Cartago en 1566.

A Juan Vázquez de Coronado se le reconoce como el verdadero conquistador de Costa Rica por el papel pacificador que desempeñó al lado de los indígenas, ganándose su confianza y adhesión, empleando el diálogo en lugar de la violencia y entablando amistad entre españoles y aborígenes, además de que fue el que tuvo un mayor conocimiento del territorio costarricense. En todas sus empresas, Vázquez de Coronado prohibió a sus hombres el saqueo de los poblados indígenas, lo que le valió el apoyo de los jefes aborígenes.

Referencias:

-Enciclopedia de Costa Rica, 2002.

Botey Sobrado, Ana María (2002). Costa Rica: desde las sociedades autóctonas hasta 1914. Editorial de la Universidad de Costa Rica.

Solórzano, Juan Carlos (2006). Costa Rica en el siglo XVI: descubrimiento, exploración y conquista. Editorial de la Universidad de Costa Rica.

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