Puente de Mulas, Río Virilla,1600´s.

Fotografía publicada por CNFL 1945

Este puente se ubica  entre Belén y Guachipelín, sobre el río Virilla, en el Valle Central occidental de Costa Rica, siendo un sitio histórico que ha sido paso de comunicación terrestre desde épocas precolombinas y coloniales, siendo parte del Camino de Mulas.

Camino de Mulas:

Nombrado como Camino de mulas” porque solo podían transitar estos animales, fue la primera vía posterior a la conquista que comunicó a nivel externo e interno a la provincia de Costa Rica durante la época colonial, el cual se fundó en 1601.

La principal función del camino fue facilitar el transporte de mercaderías hacia la feria de Portobelo, en Panamá, desde las provincias que integraban la Capitanía General de Guatemala.

Actualmente, Puente Mulas constituye un legado patrimonial de los belemitas y es común que en épocas de verano aún se observe a los vecinos de San Vicente y más allá refrescarse en las cristalinas aguas de manantial que brotan en el sitio.

La Estructura:

Puente Mulas es una estructura construida con bloques de piedra en forma de arco. Estos fueron hechos por picapiedreros de un material que a la fecha se desconoce.

“Los bloques de piedra se fueron armando hasta llegar al punto donde comienza la curbatura. A cada lado del puente existen tres agujeros grandes donde posiblemente iban traviesas de madera que resistieran el peso de la piedra”, mencionó Zumbado.

“Sobre esta se construyó una plataforma para hacer el arco que contiene una serie de soportes, y donde se van montando otras piezas de piedra hasta llegar a la piedra angular que se encuentra en el centro y soporta toda la estructura”.

“Una vez que estaban montadas todas las piedras se le prendía fuego, en el momento en que la madera colapsa el resto de la estructura se acomoda y queda soportado el arco de piedra”, detalló Zumbado.

El esplendor e inicio del declive del puente de arco:

Una vez completado el ferrocarril al Atlántico en 1890, la dirección del tráfico de exportación de café cambió radicalmente de la vertiente del Pacífico a la del Atlántico, y entonces, la importancia del Camino Nacional y del Puente de Mulas decayó de manera importante.

No obstante, en 1902 se completa el Ferrocarril al Pacífico y en San Antonio se coloca una de las estaciones sobre esa vía. Esto, según el historiador Jorge León, llevó a que aumentara sustancialmente el tráfico por la ruta del Puente de Mulas, al ser una salida importante para productos de Puriscal, Escazú, Mora y Santa Ana, que podían trasladarse a los distintos mercados por el ferrocarril. 

Sin embargo, según León, como el camino entre Pacaca y Puriscal era deficiente, los habitantes de esos lugares buscaron una salida al ferrocarril más directa. Esto lo lograron por un decreto ejecutivo que declaró como carretera nacional al camino que comunicaba a Puriscal con Piedras Negras y Turrúcares, el cual se encontraba sobre la vía del ferrocarril.

Por otro lado, a inicios de la década de 1910 se inicia  la construcción del puente sobre el río Tiribí, lo que causa que la gente de Escazú y Santa Ana prefirieran llevar sus mercancías por ahí. El resultado fue que mucho del tráfico que antes utilizaba a Puente de Mulas, se desvió a nuevos puentes.

La Municipalidad de Belén y la insistencia en mejoras al puente:

A partir de 1907, se registra en las actas municipales que el puente de arco tiene una  parte de madera en uno de sus costados en mal estado. No se sabe a ciencia cierta cómo se llegó a eso, pero probablemente el azote constante de las crecientes de agua tiene que ver. 

La Municipalidad de Belén, a partir de ese momento, insiste en el arreglo de este puente tanto al Poder Ejecutivo como al gobierno local de Santa Ana, el cual muestra desidia a ese plan porque en ese instante el puente sobre el río Tiribí ya estaba dentro de los planes del gobierno. En 1910, a fin de “evitar tragedias” se decidió colocar un tabloncillo de madera sobre vigas de hierro de 12 metros, pues se temió que un arreglo de mampostería no resistiera la presión de las crecientes y contribuyera a falsear el arco.   

Pese a ello, entre 1917 y 1950, se reportó en varias ocasiones el mal estado de ese reforzamiento y obras para arreglarlo, pues siguió siendo afectado por las crecientes. A eso se le suma los daños causados por las obras de la Compañía de Luz Eléctrica de Felipe Alvarado. De ese modo, la Municipalidad de Belén pasó presionando al gobierno central durante esos años para que arreglara y mejorara el puente.

Importancia socio-económica para Belén

En la primera década del Siglo XX, el papel de Puente Mulas como nodo cultural y económico llega a su cumbre, pues el flujo de mercancías y personas aumentó considerablemente, y con ello la actividad comercial en el naciente cantón. A partir de 1910, el uso del puente comenzó a decaer; sin embargo, el gobierno local de Belén insiste en mantenerlo en buen estado no solo por la esperanza de reactivar su flujo, sino también porque continuó como una ruta importante para los intercambios comerciales de los pobladores del suroeste de San José con los mercados de Heredia y Alajuela, lo cual fue estratégico económicamente para la localidad. Por otro lado, el puente empieza adquirir mucha relevancia comunitaria en tanto permitió intercambios socio-culturales y económicos con las poblaciones de Escazú y Santa Ana. En la primera mitad del Siglo XX los belemitas iban a esos lugares a visitar familiares, buscar pareja, asistir a misa y turnos, hacer paseos, vender productos, sembrar terrenos alquilados, recolectar frutos, hierbas y madera, trabajar en las fincas de café y transportar cargas. 

Destrucción, abandono, y patrimonialización

Con la destrucción de un pedazo de la parte del puente de arco  por parte de una creciente a finales de la década de 1960 y la construcción de la radial a Santa Ana a inicios de la década de 1980, Puente Mulas pierde completamente su rol de tránsito de mercancías y personas. De ese modo, cuando el SNAA tomó control sobre el sitio en 1970, ese puente no volvió a ser arreglado, y fue reemplazado por uno peatonal, que se encuentra encima de las ruinas del puente de arco, y cuyo uso ha sido asociado más con la recreación y el traslado al trabajo. La ruina del puente continúa ahí y recientemente la comunidad lo ha considerado como un vestigio histórico importante de la conformación del cantón. Ha habido intentos para hacer su declaratoria formal como patrimonio, pero hasta ahora no se han concretado. En el 2022, año en que se cumplirá 150 años del inicio de su construcción, podría ser una oportunidad para ello.  

También pueden ver: El Camino de Mulas.

Referencias:

Roberto Rodríguez Sánchez. Periódico el Guacho, Puente Mulas: un baluarte de la identidad belemita.

El autor es historiador, profesor de Estudios Sociales y Máster en Desarrollo Sostenible.

-El presente documento forma parte del proyecto “Memorias de Puente Mulas”, financiado con los fondos concursables para el desarrollo artístico de la Municipalidad de Belén.

-Acta de la Municipalidad de Belén, 1907-1923, León, J. (2020). Notas sobre Puente Mulas.,

-Entrevistas a Jorge León, Ángel Zamora,  Esteban Murillo, Eliseo Zumbado,  Fermín Luna, Juan Manuel Luna,  Juan Luis Venegas, Luz Gonzales. Manrique Gonzáles, Rosibel Zumbado, Sandra Porras, Teresa Zumbado (febrero-junio 2020).

-Investigación Mi C.R. de Antaño.

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