Construcción de La Cruz: Monumento del año Santo de 1933
En 1933 el padre Álvarez fue ayudado por el Pbro. Rosendo de J. Valenciano procedente de la iglesia de la Merced en San José, para la construcción de un monumento de fe católica que recordara los XIX siglos de la pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo, de la Institución de la Eucaristía y de la fundación por Nuestro Señor Jesucristo de la Santa Iglesia Católica, dicho monumento es una cruz de 26 metros de alto, colocada en la cima del cerro San Miguel, en un terreno donado por el señor Marcos Salazar Mora.
El padre Álvarez conformó un comité auxiliar y fundador para la erección de dicho monumento el día miércoles 12 de octubre de 1932, en reunión con las familias más destacadas y colaboradoras del cantón, en acta que aún se conserva y fue firmada por 28 personas, incluyendo al párroco, se comprometieron a llevar a cabo tan nobilísima intención de fe, así lo describe el documento.
El pueblo en general estuvo de acuerdo con la idea, cooperando en el acarreo de materiales los cuales fueron parte del sobrante de la construcción del muelle de Puntarenas.
Esta cruz fue elaborada con gruesos y pesados pilares de hierro, de 26 metros de altura y 11 metros de ancho. Su base es de concreto; mide 5,50 metros de lado y 3,50 metros de profundidad.
El traslado de los enormes barrotes de hierro que pesaban más de siete quintales significó un enorme esfuerzo para quienes aceptaron el reto de participar en la construcción de la obra, dado lo empinado del lugar y la existencia de condiciones sumamente adversas en términos de acceso y facilidades.
En la construcción participaron varones de Alajuelita, San Rafael de Desamparados y Escazú, quienes dibieron dedicar muchas horas de trabajo y trasladar materiales y herramientas en sus espaldas, en cabalgatas o en carretas haladas por bueyes.

Para esa misma época fueron construidos en otros puntos altos del Valle Central tres monumentos más, a saber: el Monumento a la Cruz en el Monte de la Cruz de San Rafael de Heredia, el Monumento ubicado en el cerro del Espíritu Santo en Naranjo, y un Monumento a Cristo Rey en Ochomogo, Cartago. Se menciona que al unir los puntos de los cuatro monumentos, se traza imaginariamente una cruz en el valle.

Tuvo un costo total de 32. 000 colones, de los cuales el gobierno donó 7.000 colones para las estancas de acero y el resto fue recaudado entre el párroco y el pueblo.
Este monumento se inauguró el 8 de julio de 1934 con una misa solemne en presencia de los feligreses que caminaron hasta este cerro, el Pbro. Bolaños junto con la Srta. Quina Iglesias volaron en un avión sobre la cruz derramando flores sobre el monumento y los presentes.
En 1984 comenzó a funcionar su iluminación eléctrica.
Está ubicada en el Cerro San Miguel (2036 msnm)
Es punto de múltiples paseos familiares.
Desde este cerro baja una fila hacia el sureste que es donde se asientan los poblados de Poás y Aserrí.
El cerro de San Miguel se convirtió en un centro de peregrinación desde mediados de la década de 1930, una vez que se inauguró el monumento. La vista panorámica del Valle Central y la belleza natural del lugar hicieron que cada año cientos de caminantes se desplazaran hasta este místico y verde paisaje, caminando por un estrecho sendero durante más de hora y media. Era común que los domingos o días feriados, las personas acostumbraran trasladarse a pie o en cabalgata hasta este lugar, inclusive se quedaban pasando la noche para admirar el atardecer entre las montañas y compartían comidas durante el día.
Tradición en Semana Santa:
También se estableció la tradición de realizar una peregrinación durante la Semana Santa, generalmente el Sábado Santo, motivo por el cual cientos de romeros se dan cita en el parque de Alajuelita, desde donde salen con destino al Monumento de La Cruz.
Referencias:
Municipalidad de Alajuelita.
Patricia Sedó Masís, coordinadora proyecto TCU-486.
Video de Vicente Núñez, (Canal de Youtube).