

Fue el 2 de agosto de 1926, cuando la Papelería e Imprenta Universal entró por primera vez en los hogares de los costarricenses.


En una casona inició sus operaciones. Esta casona se encontraba frente a la actual Librería (ver fotos superiores).

Con grandes sueños, una pareja visionaria, ambos de origen alemán, don Carlos Federspiel Ullman y su esposa doña María Kreutzwald, junto con su socio y amigo, don José María Arias Porras, instalaron un pequeño negocio, en una casa en la Avenida Central donde se ubica hoy Mainieri y Aronne, contando apenas con un espacio de 12 m x 25 m de fondo, abrieron las puertas de una librería e imprenta que ellos mismos atendían detrás de un mostrador. Vendían de todo lo que una librería de la época podía ofrecer: libros, lápices, cuadernos, borradores, entre muchos otros artículos, iniciando así un negocio familiar para los costarricenses.




