En el cafetal, una historia de la vida real…una historia muy tica. ¡Vale la pena leerla!

Miren que bello lo que me encontré por ahí. Me encantó esta historia de la vida real, está historia llena de nuestra gente, de nuestra tierra. Aquí les comparto!
En el cafetal, una historia de la vida real…una historia muy tica. ¡Vale la pena leerla!

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El lechero

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El lechero en muchos casos también emprendía la tarea de ordeño, para luego hacer el traslado y la distribución de su producto casa a casa. Además, estos productores comercializan quesos elaborados artesanalmente y natilla. La profesión logró tal incremento que sólo en Coronado hay cerca de 100 lecheros que recolectan cada mañana la leche para distribuirla en las ciudades vecinas.

A principios del siglo XX, un texto de El Heraldo de Costa Rica titulado “El lechero”, brinda algunas simpáticas líneas sobre esta profesión y que al mismo tiempo reflejan como este personaje es parte de la vida diaria. De este modo dice entre otras cosas:

El lechero monta enbutido [sic] entre cuatro grandes tarros de hoja de lata, dos delante y dos detrás, y el montarse y el apearse, en medio de tales adminículos, requiero no poca destreza para no dar al traste con los trastos.

De dos maneras pueden abusar los lecheros: falseando las medias y bautizando la leche en alguno de los jordanes del camino. Por eso deben ser vigilados por la Policía de Higiene.

Este bucólico personaje tenía un modo especial de anunciarse frente a las puertas de las casas el silbido, sonoro, enérgico, estridente, inimitable. En definitiva, este imagen forma parte de la identidad y de los recuerdos de la  niñez  de miles de costarricenses.

La actividad del lechero se ha ido perdiendo al pasar del tiempo y el avance de la tecnología que ya no ocupa de las manos bruscas y a la vez suaves del lechero  que con gran habilidad llenaban los baldes de leche espumosa y blanca, ahora conectan a la vaca a sistemas de ordeño automatizado…pues sí, así pasa el tiempo y todo cambia.

Vinicio Méndez, Cátedra de Historia, UNED