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Quiero compartir con ustedes la biografía de un gran hombre que tuvo la habilidad de capturar aquellos momentos en el tiempo de una Costa Rica de antaño. Un esfuerzo y gusto exquisito por la fotografía y por dejar un legado en la historia de nuestro bello país. Me refiero al señor Manuel Gómez Miralles.
Manuel Gómez Miralles Considerado “el gran cronista gráfico de Costa Rica”, así como uno de los padres del foto-periodismo en el país, nace en San José el 7 de setiembre de 1886 y fallece el 29 de abril de 1965. Comenzó a estudiar fotografía a los 15 años de edad bajo la tutela del fotógrafo Harrison Nathaniel Rudd Woodard, neoyorquino que radicó en Costa Rica entre 1873 y 1913. En 1916 estableció su propio estudio fotográfico junto a la sala de cine Variedades en el centro de San José y en 1940 se trasladó al estudio para la clase obrera, barrio La California en San José. Se destacó por la calidad de su trabajo, así como por mostrar a la Costa Rica “labriega y sencilla”. En la historia de la fotografía costarricense, él representa a un ícono de la fotografía paisajista. Siguió los pasos de pioneros como el estadounidense Harrison Nathaniel Rudd y el colombiano Francisco Valiente, entre otros. Con una mirada precisa, él retrató la Costa Rica de la primera mitad del siglo XX y heredó grandiosas imágenes en las que se hallan paisajes, edificios, desastres naturales y los más diversos acontecimientos sociales, políticos, económicos y militares. Son memorables sus fotos del San José de antaño, de la tragedia del Virilla en 1926, de las giras de los presidentes de la República, del terremoto de Cartago de 1910 y hasta de las campañas políticas.

Su trabajo de fotógrafo por más de cincuenta años es un valioso aporte que conserva la memoria visual de una Costa Rica cambiante. Al ser el fotógrafo oficial de varios presidentes de la República, pudo recorrer y fotografiar el territorio nacional y sus gentes.
También brindó servicios de fotografía a domicilio y de proyección cinematográfica; en 1911 fundó un estudio fotográfico contiguo al Teatro Variedades, donde estuvo hasta 1940. Entre 1913 y 1915 realizó varios noticieros cinematográficos que se proyectaron en el Teatro Variedades y el Teatro Moderno.
Fue contratado en 1916 para tomar las 450 fotografías del Álbum Azul de Costa Rica, cuyo objetivo era promover al país y atraer inversión extranjera. La impresión, de excelente calidad, se realizó en Alemania, lo que le brindó prestigio profesional y constituye una de las obras más valiosas de la fotografía producidas en Costa Rica y en América Latina. En 1922 publicó el Álbum Costa Rica; América Central, que incluye 200 fotografías de los principales edificios públicos, templos, casas de comercio, parques y jardines públicos, residencias particulares, consulados, industrias nacionales, asilos y colegios, caminos y puentes, sitios pintorescos. Documentó, además, junto con Harrison Nathaniel Rudd, los sucesos del terremoto de Cartago en 1919. El archivo fotográfico de aproximadamente 70000 obras no fue incluido en sus testamentos, y posterior a su muerte fue vendido a un fotógrafo extranjero que deseo crear un museo con estos fondos, pero no obtuvo el financiamiento.



Algunas de sus fotografías:
Gracias don Manuel Gómez Miralles por dejarnos está bella herencia de la Costa Rica de antaño!
Referencias:
Costa Rica y su Historia.
Fotografías de Álbum Costa Rica, América Central 1922. Colección CIHAC
Esa no es la guaria morada es su blog . Debería corregir eso si fuera posible .Interesante el comentario sobre el fotógrafo .
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Hola Ana, disculpa mi ignorancia pero encantaría saber la diferencia entre la flor que publiqué y la guaría morada. Gracias por tu ayuda.
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