Francisco María Oreamuno Bonilla (Cartago, 4 de octubre de 1801 – San José, 23 de mayo de 1856), fue Jefe de Estado de Costa Rica el 29 de noviembre de 1844.
Datos personales:
Era hijo de Isidro de Oreamuno y Alvarado y Justa de Bonilla y Laya-Bolívar. Contrajo nupcias en Cartago, el 7 de junio de 1827, con Agustina Gutiérrez y La Peña-Monje, nicaragüense, hija de Agustín Gutiérrez y Lizaurzábal y Josefa de La Peña-Monje y La Cerda. De este matrimonio nacieron cuatro hijos: María Esmeralda, Francisco José, Jesús María y Salvador Oreamuno y Gutiérrez. En Cartago cursó estudios de gramática latina con el presbítero Hipólito Calvo Rosales y de humanidades con el bachiller Rafael Francisco Osejo.
Vida política:
Participó en actividades políticas desde 1821, en los grupos republicanos cartagineses. Fue Juez de Minas del Aguacate (1824), alcalde Tercero de Cartago (1826), Diputado por Cartago (1826-1828), miembro del Tribunal de Cuentas del Estado (1826-1827), Regidor y Presidente Municipal interino de Cartago (1831), Administrador de la Aduana federal de Puntarenas (1831-1838), Ministro General del Estado (1838 y 1842), Comisionado de Costa Rica en Nicaragua (1838), Juez de Primera Instancia de Cartago (1841), miembro de la Asamblea Constituyente de 1843-1844, Vicejefe de Estado (1843-1844), Ministro de Hacienda, Educación Pública, Guerra y Marina (1847), gobernador de Cartago (1849-1850), Vicepresidente de la República (1850-1856) y Presidente del Congreso (1850-1856).
En las elecciones costarricenses de 1844, primeras en las que utilizó el sistema de sufragio directo, obtuvo una abrumadora victoria sobre el Jefe de Estado provisorio José María Alfaro Zamora y otros veintinueve candidatos. Tomó posesión el 29 de noviembre de ese año, pero al poco tiempo se retiró a Cartago, y le reemplazaron interinamente Rafael Moya Murillo (1844-1845) y José Rafael de Gallegos y Alvarado (1845-1846).
En abril de 1845 el Poder Legislativo lo suspendió en el cargo y dispuso que se le abriese proceso penal por abandono del poder, pero continuó siendo el Jefe de Estado titular hasta el 7 de junio de 1846, fecha en que un golpe militar rompió el orden constitucional.
Vida posterior y muerte:
Oreamuno fue dueño de valiosas tierras en la provincia de Cartago, que dedicó a actividades cafetaleras y ganaderas. Colaboró como corresponsal del semanario La Paz y el Progreso. Murió víctima de la epidemia del cólera, cuando desempeñaba los cargos de Presidente del Congreso y Vicepresidente de la República.
Legado:
En 1914 se dio su nombre a uno de los cantones de la provincia de Cartago. Su yerno Jesús Jiménez Zamora y su nieto Ricardo Jiménez Oreamuno fueron Presidentes de la República.
Hay una biografía suya, escrita por Jorge Francisco Sáenz Carbonell y publicada en 1996 con el título Francisco María Oreamuno.