
Guillermo Reitz Eggers (1868-1897) era hijo de un matrimonio de inmigrantes germanos, Juan Pedro Reitz y Ana Eggers.
En 1872 partió hacia el Imperio Alemán junto con su familia, donde estudió arquitectura en escuelas todavía desconocidas.Reitz estudió en ese país cuando aún se mantenía vigente el legado del arquitecto Friedrich Schinkel (1781-1841).
Luego regresó a Costa Rica hacia 1889 y se incorporó al personal de la Dirección General de Obras Públicas en calidad de dibujante. Ese año, Reitz realizó los planos de la Escuela Graduada de Niñas de San José, empero esta no se construyó. El plano de la fachada de la escuela antecede el diseño del Teatro Nacional, pues está compuesto por una cúpula de base cuadrangular, un frontón, una arcada renacentista en el segundo nivel y almohadillado en la entrada.
Cuando se inició el proyecto del Teatro Nacional, el Ingeniero Nicolás Chavarría le confió a Reitz la responsabilidad de trazar los planos del edificio. Posteriormente, se encargó de las reformas al diseño original y la proyección de los planos finales.
La salida de Chavarría de la Dirección General de Obras Públicas cortó la relación laboral de Reitz con la institución. En adelante el arquitecto estuvo desempleado y no se tienen noticias de él hasta octubre de 1897, cuando falleció en condiciones lamentables, precisamente una semana antes de la inauguración del Teatro Nacional.
Influencia Alemana en la obra del Teatro Nacional:
El ingeniero costarricense Guillermo Reitz fue quien trajo los modelos del neoclasicismo alemán de los cuales surgió la cúpula del Teatro Nacional.
La fachada del teatro presenta una volumetría retractada; es decir, ofrece un primer plano hacia el frente, que alberga la marquesina de acceso; se retrae con un segundo plano lleno de ventanas; y, siete metros más atrás, aparece un tercer plano de fachada ciega. Tal volumetría se parece a la de la Konzerthaus (Sala de Conciertos) de Schinkel, en Berlín. A su vez, esta obra muestra influencia de la Villa Rotonda, de Andrea Palladio (1508-1580), en Italia.

La tendencia alemana marcó el carácter del Teatro Nacional, no obstante lo ecléctico de su estilo, con sus interiores pompeyanos, con el barroco y el rococó del decorado interno del segundo vestíbulo, y con su cúpula metálica fabricada en Bélgica –presencia de la francofilia en la arquitectura–.
La influencia alemana se percibe también en antiguas fotografías que muestran –en las calles cercanas al teatro– lámparas colgantes de canfín de la marca D. R. P. A. Spiritus Lampe. Los serenos las encendían al caer la noche en una ciudad de unos veinte mil habitantes. Esta era la densidad idónea que, en la Grecia antigua, Sócrates había considerado la población ideal de una ciudad.
Muere a edad temprana, 29 años en 1897.
Referencias:
«El Monumento Imaginado: Primeros planos del Teatro Nacional,» inaugurada el 19 de octubre de 2017. Museo de Arte Costarricense (MAC)