La primera Imprenta de Costa Rica

 

 
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Después de la Independencia de Costa Rica y a la luz de las ideas de la Ilustración dieciochesca llegó en 1830 a Costa Rica la primera imprenta, traída por el comerciante costarricense Miguel Carranza, con la cual instaló el taller de impresión “La Paz”. El Museo Nacional resguarda, desde hace casi cien años, tan preciado bien. Esta primera imprenta manual, de marca estadounidense Aramag, es de sistema plano, con el cual se podían imprimir entre 300 y 500 hojas en un día. El proceso consiste en que el cajista o tipógrafo toma los tipos o letras sueltas elaboradas en metal,  organiza las líneas del texto en una galera con lo que forma una plana, la cual se pasa a entintar y a colocar en la imprenta. A continuación, se baja la tabla superior de la imprenta sobre el papel, las veces necesarias según la cantidad de impresiones a realizar.


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Esta fue una de las primeras imprentas (Museo Nacional)

Antes de la llegada de la imprenta al país, los documentos importantes se enviaban a imprimir a Guatemala, y posteriormente a El Salvador. Otros documentos gubernamentales eran copiados por amanuenses. Como nos comenta Patricia Vega, en su libro De la Imprenta al Periódico, también se utilizaron bandos y hojas volantes, manuscritos dirigidos a la población en general que se colocaban en lugares públicos como iglesias, escuelas, plazas o galleras. En un entorno mayoritariamente analfabeto, en ocasiones los bandos eran leídos durante la misa por el sacerdote del lugar o por personas que supieran leer.Cuando llegó la imprenta, el gobierno pasó a ser uno de sus principales clientes, entre los cuales estaba la Casa de Enseñanza Santo Tomás, fundada en 1814. Por eso, no es casual que el primer libro impreso en el país, fuera “Breves lecciones de aritmética”, cuyo autor fue el Bachiller Francisco Osejo, docente de dicho centro educativo. Poco después comenzaron a ver la luz los primeros periódicos de producción local, el primero fue el Noticioso Universal, en 1883, con un formato de 8 páginas y el precio de un real al pregón, el cual fue impreso en la Imprenta “La Merced”, la segunda que se instaló en el país en 1831, la cual fue seguida por el taller “La Libertad”.

la imprenta de Gutenberg

En este año, el taller de restauración del museo le ha realizado a la primera imprenta que llegó al país un extenso trabajo de restauración con miras al nuevo montaje de la Sala de Historia. En la fotografía más antigua que existe de dicha máquina, que data de la década de 1920, podemos ver además de su estructura general, una palanca que en algún momento de su historia fue removida, y sustituida por dos esferas metálicas a ambos lados del tornillo principal de la prensa, que es como la han conocido las últimas generaciones de costarricenses. Esperamos que la puedan llegar a conocer también las siguientes generaciones, cuando  visiten el nuevo montaje de la sala de Historia, en la cual, claro está, no puede faltar dicha imprenta.

 

Referencias:

Museo Nacional de Costa Rica.

Gabriela Villalobos
Historiadora, Dpto. de Protección del Patrimonio

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