
Los faroles alumbraron el grito de la Independencia y fue Dolores Bedoya de Molina la que corrió por todas las calle de Guatemala, aquella noche del 14 de setiembre de 1821 con un farol en sus manos y buscando a los ciudadanos para que se congregaran en la plaza, frente al cabildo, donde estaban reunidas las diputaciones provinciales de Guatemala, entre ellas Chiapas, Honduras y El Salvador.

En Costa Rica el 14 de setiembre, a las 6 de la tarde con Faroles encendidos el pueblo entero entona a una sola voz El Himno Nacional de Costa Rica, dando fiel testimonio del digno acto.
La tradición de las decoraciones en las viviendas con faroles se mantuvo por años, pero a finales del siglo antepasado los desfiles toman popularidad. Estas caminatas en cada pueblo la víspera de la Independencia, es una gran fiesta.

En el siglo XX los recorridos de los faroles llenos de colores patrios, no era costumbre, pues no obligaba a los ticos a salir a la calle a festejar El Grito de La Independencia.
Hasta mediados de siglo, después de la Revolución de 1948, se dan importantes cambios. Se da una especial importancia al rescate de estos valores patrios, en especial al Desfile de Faroles. Los maestros y profesores de las escuelas y colegios, son los encargados de promover esta actividad.
Referencias:
Fotografías de Internet.
Sicultura.