William Walker…biografía.

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William Walker

Nacimiento:  Nashville, EEUU -8 de mayo de 1824 – Fallecido el 12 de septiembre de 1860 en Honduras.

Vida Personal:

  •  Aventurero  estadounidense que  llegó a  ser presidente  de  Nicaragua  (1856-1857).
  • Los padres de William Walker fueron el banquero escocés James Walker,​ y Mary Norvell, originaria de Kentucky.

  • Fue el mayor de los cuatro hijos de la pareja.

  • En sus años juveniles, siendo educado en un ambiente puritano y austero,​ se caracterizó por tener una personalidad tranquila y refinada, conducta que daba lugar a que se le catalogara como un afeminado en más de una ocasión.​

  • De niño fue buen estudiante y logró graduarse a la edad de catorce años de la Universidad de Nashville, ​donde la educación impartida era considerada humanista e integral. ​

  • A los dieciséis años, obtuvo un grado superior que comprendía el estudio de la Biblia y literatura clásica. También fue presidente de la Sociedad de Debates de ese mismo centro de estudios.​

     Universidad de Nashville en la segunda mitad del siglo XIX.
  • En esos años, uno de los deseos de sus padres era que William fuese ministro religioso.​ Por el contrario, el muchacho optó por estudiar Medicina, y logró culminar sus estudios en 1843 de la Universidad de Pensilvania. Posteriormente, continuó su formación en París, ciudad que no era de su agrado por tener —en su opinión— un ambiente pervertido.​ A pesar de todo, viajó por diferentes países y con el tiempo creció la convicción de que la Medicina no era lo suyo. Por otro lado, no se distinguía por ser adepto a algún vicio. ​En una de las cartas intercambiadas con un excompañero de la infancia y de la Universidad de Nashville, escribió algunas de sus incipientes inquietudes sobre la política:

    Por lo que a mí respecta, en mi infancia y mocedad había resuelto dedicarme a la política; a veces llegué a creer que había desaparecido en mí hasta el último vestigio de esa idea, pero con frecuencia vuelve cuando sueño despierto, dejándome en dudas si será un ángel de luz o un ángel de las tinieblas.

    En 1845, de regreso a Estados Unidos, practicó su profesión en Filadelfia. ​Sin embargo, decidió estudiar Derecho y logró ser autorizado como abogado en Nueva Orleans,​ aunque eligió el trabajo de periodista debido a su buena redacción.​ En este oficio laboró en el periódico Daily Crescent de esa misma ciudad, cuya línea editorial era considerada por sus críticos como apegada al gobierno del país, es decir, antiesclavista y liberal; opinión contraria al ambiente predominante en el sur de Estados Unidos. Para el caso, en este lugar se alentaba una eventual anexión de Cuba, tema rebatido por los editoriales del Daily Crescent en los que Walker más de alguna vez colaboró.

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    Ellen Galt Martin

    Durante su estadía conoció a Ellen Galt Martin de veintitrés años, una joven que se distinguía por su belleza, simpatía e inteligencia y quien, además, pertenecía a una familia reconocida de la ciudad. Sin embargo, tenía la peculiaridad de ser sordomuda. Ellen contrastaba en gran manera con el tímido, menudo y delgado William, quien en ese tiempo pesaba unas 120 libras (55 kg).  No obstante, es probable que lograra comprometerse con la joven,​ pero el matrimonio no llegó a realizarse porque Ellen murió de fiebre amarilla el 18 de abril de 1849.​ De hecho, la localidad entera estaba envuelta en una epidemia. La muerte de Martin marcaría profundamente la personalidad de Walker, al convertirse de ahí en adelante en un sujeto melancólico, a veces paranoico en su comportamiento, y propenso a decisiones atrevidas sin medir las consecuencias.

Su vida como filibustero:

En 1850 se trasladó a California con intención de colonizar su franja más meridional. Tres años después, organizó una pequeña expedición armada que zarpó de San Franciso y arribó al puerto de La Paz, tras lo cual declaró la independencia de la república de la Baja California y de Sonora, de la que se auto proclamó presidente. No obstante, a causa de la falta de suministros y de la oposición militar mexicana, se vio obligado a rendirse a las autoridades estadounidenses. Juzgado por infringir las leyes sobre neutralidad en 1854, fue sin embargo absuelto.

Al año siguiente, y en el transcurso de la Guerra Civil nicaragüense, la facción liberal le pidió ayuda y se unió a sus fuerzas. Walker dirigió la toma de Granada y, tras varios meses de lucha, se convirtió en el hombre fuerte del país. Nombrado presidente de Nicaragua en julio de 1856 y reconocido como tal por Estados Unidos, consiguió defender su cargo hasta mayo de 1857, a pesar de la férrea oposición de la coalición de Estados centroamericanos. Walker planeaba unificar las repúblicas de América Central bajo su gobierno, pero el industrial estadounidense Cornelius Vanderbilt, de cuya empresa de transportes se habían apropiado los partidarios de Walker, financió las fuerzas que lo derrotarían en 1857.

Con el fin de evitar su detención, Walker se entregó al ejército estadounidense y regresó a California. Tras otras varias intentonas frustradas de recuperar el poder en Nicaragua, en 1860 fue hecho prisionero por las tropas británicas y, tras su extradición a Honduras, fue sentenciado a muerte y ejecutado.

Se hace católico por razones políticas: Mientras Walker planeaba una cuarta expedición que sería la última, la Asamblea Nacional Constituyente de Nicaragua había promulgado una nueva Carta Magna el 19 de agosto de 1858, y en octubre la prensa norteamericana difundió su contenido. Los artículos más importantes para Walker fueron el 6 y el 9; si uno declaraba oficial la religión católica, el otro que sólo quienes profesaran la religión de la república podían ser ciudadanos y, en consecuencia, ejercer cargos públicos. Por esta razón, William Walker se hizo católico el 31 de enero de 1859 abjurando de su fe presbiteriana, en ceremonia solemne de la Catedral de Mobile. Su padre, el escocés James Walker, resintió esta decisión, ya que ambos estaban obligados por un pacto a guardar fidelidad a su iglesia.

A principios de 1860 el converso oportunista se hallaba en Nueva Orleáns con su compañero Callender Irving Fayssoux cuando éste le informó que Mr. Elwyn, comerciante inglés, vecino de las Islas de la Bahía -frente a las costas de Honduras- requería del auxilio de Walker para evitar que Honduras tomara posesión de las islas: Roatán, Guanaja y Utila. Las islas serían devueltas por Inglaterra, en virtud del convenio celebrado entre ambas naciones el 28 de noviembre de 1859. Tan pronto se arriara la bandera inglesa y se izara la hondureña, sus súbditos ingleses declararían su independencia y se enfrentarían a Honduras con la cooperación mercenaria de Walker; posteriormente, colaborarían con Walker en su empresa de Nicaragua.

Última expedición: 

El filibustero se entregó por completo a organizar la nueva expedición. Con el nombre supuesto de “Mr. Williams” y acompañado del coronel Thomas Henry -filibustero de casta- y de otros tres cofrades, se embarcó en la John A. Taylor a Roatán, donde el 16 de junio se enteró que sus habitantes, negros en su mayoría, eran hostiles: creían que los recién llegados intentaban esclavizarlos. Las autoridades inglesas detectaron la presencia de los filibusteros, averiguaron las actividades de Elwyn y reaccionaron de acuerdo. Walker partió en la Taylor a Cozumel, Yucatán, para esperar 49 filibusteros que desembarcaron el 23 de junio. Dos contingentes se le sumaron luego, de manera que el 5 de julio su fuerza era de 101 hombres (incluido él mismo).

El traspaso de las Islas de la Bahía a Honduras había quedado fijado para el 30 de julio. Pero el 7 del mismo mes el cónsul inglés en Comayagua, Edward Hall, informó al Gobierno hondureño de la presencia cercana de Walker. Por ello el ministro de Relaciones Exteriores del presidente Santos Guardiola pidió al gobernador de Jamaica que dichas islas siguieran en posesión de Inglaterra hasta que desapareciera el peligro filibustero. Al no ocurrir el traspaso, el tres de agosto Walker decidió invadir Honduras.

Walker se toma Trujillo

El 6 de agosto Walker desembarcó a cinco kilómetros del Puerto de Trujillo, cuya guarnición de su vetusto fuerte -cuarenta soldados al mando del comandante Norberto Martínez- no pudieron impedir su toma. En la acción, los invasores tuvieron 6 muertos y 3 heridos graves, mientras los locales 2 muertos y 4 heridos. Inmediatamente, la caja fuerte de la fortaleza fue forzada y saqueada, y de parte de la soldadesca filibustera hubo otros robos habituales.

Al día siguiente, Walker lanzó una “Proclama al pueblo de Honduras”, afirmando que su presencia en Trujillo constituía apenas un paso preliminar para volver a posesionarse de Nicaragua; primero, se proponía botar a Guardiola en beneficio de los pobres isleños de las Islas de la Bahía; y segundo, en su propio beneficio y en el de sus filibusteros, ansiosos de “retornar a su patria adoptiva”. Pero carecía de amigos en Centroamérica. “Es universalmente odiado y aborrecido, y si lo capturan de nuevo, le llegó su fin” -expresaba un estadounidense residente en Honduras en carta al editor del Nueva York Herald.

El cura nicaragüense Pedro Ramírez:Resultado de imagen para fusilamiento de william walker

El 12 de septiembre de 1860 un sacerdote católico (por cierto el nicaragüense de 45 años, nacido en León, Pedro Ramírez) asistió a Walker en sus últimos momentos. El filibustero se mantuvo erguido e impasible frente a los soldados andrajosos que iban a ejecutarlo frente al paredón de un abandonado cuartel a un cuarto de milla de la población. Había marchado con paso seguro con un crucifijo en la mano izquierda y su sombrero en la derecha, sin ver a nadie, sólo oyendo los salmos penintenciales del cura Ramírez.

Cuadrándose en el centro que formaba el pelotón de diez soldados en el patíbulo, dijo en voz baja, pidiéndole al sacerdote repetirlas: -Soy católico romano. Es injusta la guerra que he hecho a Honduras por sugestiones de algunos roataneños. Los que me han acompañado no tienen culpa, sino yo. Pido perdón al pueblo. Recibo con resignación la muerte. Quiera que sea un bien para la sociedad.

Diez balas atravesaron su cuerpo, y el oficial al mando le asestó en la sien el tiro de gracia. El cónsul de los Estados Unidos pagó diez dólares y con dos y medio reales por el rústico ataúd en que fueron introducidos sus despojos. Su entierro fue decoroso conforme el rito de la iglesia.

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Tumba de William Walker en Trujillo, Honduras.

 

Campaña Nacional de 1856

Referencias:

  • Dueñas Van Severen, J. Ricardo (2006). La invasión filibustera de Nicaragua y la Guerra Nacional. Secretaría General del Sistema de la Integración Centroamericana SG-SICA.
  • Rosengarten, Jr., Frederic (1976). Freebooters must die!. Haverford House, Publishers. ISBN 0-910702-01-2.
  • Scroggs, William O. (1974). Filibusteros y financieros, la historia de William Walker y sus asociados. Colección Cultural Banco de América