Él [el telegrafista] desde su caseta,
observa y siente las palpitaciones del
mundo. Sus dedos siempre dóciles
envían frases de amor o de odio, anuncian
la vida o la muerte, la paz o la
guerra, las conquistas de la ciencia, los
triunfos de la civilización …. y su alma
sometida a esas bruscas emociones,
que su aparato recibe o envía acaba
por imprimir a su semblante una fisonomía
propia, de hombre indiferente,
cosmopolita, abierto á todas las ideas,
amigo de todas las razas.3
Manuel Sáenz Cordero, San José,
setiembre de 1911.

La comunicación por telégrafos irrumpe como proyecto de Estado entre 1857 y 1866. En esa década se emitieron decretos que autorizaron concesiones muy ventajosas a la Sociedad Internacional del Telégrafo Eléctrico, con sede en París; y al empresario norteamericano Juan E. Noblea. Los convenios no se ejecutaron.
La telegrafía en Costa Rica se había iniciado en 1868 con el contrato firmado entre el Lic. Aniceto Esquivel (1824-1898), representante del gobierno costarricense, con el empresario estadounidense Lyman Reynolds, quien también fue pionero de la enseñanza de esta ocupación y con el cual dio inicio el servicio telegráfico entre Cartago y Puntarenas. Al año siguiente el gobierno compró las instalaciones por la suma de 12.500.
El 7 de mayo de 1869 nombró a 14 personas para la operación y mantenimiento y se emitió un decreto que penaba con seis meses de trabajos en obras públicas a quienes dañaran los postes o líneas del telégrafo. Reynolds se dedicó a la enseñanza de la telegrafía.
El tendido de línea pasó de 128.5 kilómetros en 1873 a 480 en 1879, con cobertura adicional desde Puntarenas a San Juan del Sur. El tendido telegráfico entre San José y Limón lo contrató y administró Minor Keith desde 1882. La oficina nacional de telégrafo se abrió el 29 de abril de 1891.
Ver Edificio de Correos y Telégrafos de C.R.
Referencias:
Historia de las comunicaciones en Costa Rica (1868-1962). ICE, Oficina de Patrimonio Histórico y Tecnológico, San José, 1993-1994, pp. 24-29 y Tristán, Federico. “Historia del Telégrafo».