La «CASA DE LA LEITONA» es un viejo y hermoso caserón situado en el centro de la ciudad de Heredia, contiguo al costado sur de la Iglesia del Carmen y frente al parquecito del mismo nombre, todos lo conocen por su curioso nombre y muchos le temen desde niño; pero su historia es más leyenda que verdad.

«LEITONA» es un reconocido nombre generacional de BAUTIZO POPULAR dado de manera irreverente a la dueña de esa casona y que deriva de su primer apellido, siendo ella la última propietaria que habitó esa misteriosa residencia, su apodo se asentó con el tiempo; el verdadero nombre de esa buena mujer era:

Srta. MARÍA ALICIA DEL SOCORRO LEITÓN RAMÍREZ

(1910-2001)

Ícono de nuestra cultura patrimonial, está señorial casa se encuentra rodeada de DOS MISTERIOS y CIENTOS DE LEYENDAS, la interesante edificación decimonónica de su estructura constituye una valiosa pieza arquitectónica de dos plantas construida de PIEDRA, CALICANTO, ADOBES, CUERO, TEJAS, MADERA, HIERRO Y BAHAREQUE y que fuera levantada por cuenta del Padre ESTEBAN S. ECHEVERRI RUÍZ a principios de la década de 1870.

Su imponente construcción es propia de las familias acomodadas de finales de la segunda mitad del Siglo XIX y principios del Siglo XX.

CON 143 AÑOS DE EXISTENCIA LA «CASA DE LA LEITONA» ES LA ÚNICA EDIFICACIÓN DE DOS PLANTAS DEL SIGLO XIX QUE AUN SUBSISTE EN LA CIUDAD DE HEREDIA.

Según el historiador herediano CARLOS MELÉNDEZ CHAVERRI en su libro «AÑORANZAS DE HEREDIA», dicha construcción se planificó y edificó en el mismo terreno donde se asentó la primigenia ERMITA DEL CARMEN, unos metros más al sur de la actual Iglesia del Carmen.

Es una casa «SEMBRADA» sobre tierra santa.

Ese caserón fue hogar y comercio a la vez, durante muchos años sus dos locales comerciales del primer piso albergaron una importante IMPRENTA (Cartín Hnos.) y también una conocida SASTRERÍA perteneciente a don GENARO LEITÓN MORALES, el padre de la niña Alicia y quinto dueño de la casa.

Pero otras personas afirman que durante su larga existencia parte de esta casona sirvió también de local a una famosa HERRERÍA, una CAPILLITA, una LECHERÍA, un GARITO, un CONVENTO, un HOSPICIO DE HUERFANOS y hasta de CEMENTERIO clandestino de jugadores con mala suerte; en fin su función comercial fue un hecho completamente demostrado.

Don GENARO LEITÓN MORALES era un respetado militar y un político muy serio, fue Gobernador de Heredia por algún tiempo, sin embargo en su vida privada era un SASTRE MODISTA muy respetado; su hogar era visitado frecuentemente por las altas esferas militares y sociales de nuestro país.

Pero algo pasó y esa casona se cerró para siempre.

Y allí comenzó la leyenda…

La casa es un estuche entreabierto de recuerdos y misterios, en su interior nadie sabe dónde termina la historia para dar paso a la leyenda; sus siempre cerradas puertas y las ventanas del segundo piso han sido los medios forjadores de cientos de cuentos de suspenso, terror y miedo surgidos de la fantasía comunal de niños y adolescentes.

Ah!, pero también fueron el motivo alegre de los constantes sustos «LEVANTA COLAS» que a diario sufríamos los miembros de la famosa PANDILLA de la PLACITA DEL CARMEN, especialmente cuando se aparecían la niña Alicia o su hermano Augusto a espantar los curiosos intrusos alojados en el pretil inferior de sus ventanas.

BAÚL ENCANTADO repleto de cuentos y leyendas de nunca acabar, nido escabroso de pesadillas y sueños que hacían de esa casona un lugar tétricamente misterioso desde siempre; estancia de penas, gritos y cadenas donde sus ariscos dueños, muy celosos de su privacidad familiar, jamás permitieron aclarar sus misterios.

Durante décadas investigadores, estudiantes y muchos curiosos quisieron conocer el legendario interior de tan desvencijada casona y siempre recibieron de su dueña un lacónico «NO» por respuesta.

Según don Carlos Meléndez al tocarse varias veces su ancha puerta de madera y cancela redonda, está solo se abría una ENDIJITA que no solo servía para escuchar el consabido NO, sino también para evitar que por ella se «CHORREASE» su historia.

Pero un día la vieja casona quedó SOLA, SOLA y el tiempo que nada perdona se dedicó a acabar con ella…

El 28 de setiembre del 2010, la «CASA DE LA LEITONA» o de «GENARO», fue declarada PATRIMONIO HISTÓRICO ARQUITECTÓNICO DE COSTA RICA por el Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura y Juventud.

A pesar de una oportuna declaración de Patrimonio Histórico y la alegría de todo el pueblo herediano, el viejo caserón estaba desahuciado y era urgentísimo repararlo, un largo abandono de años y su galopante deterioro amenazaban seriamente la integridad de su estructura.

Y así se hizo.

Con su leyenda, sus coquetos balconcitos de hierro colado y su amplio cancel de entrada, la «CASA DE LA LEITONA» en su nueva condición de PATRIMONIO HISTÓRICO fue escogida por el Centro de Patrimonio para ser cuidadosamente restaurada.

Ahora sí, manos a la obra.

El riguroso trabajo de restauración de la vieja casona fue financiado y coordinado por el Centro de Patrimonio del Ministerio de Cultura y Juventud, paso a paso y en medio de ruidosos martillos, clavos, picos, piedras, tornillos, vigas, tierra, tejas y largos empañetamientos de cal los heredianos pudimos observar como esta vieja casona resurgía de sus ruinas para retomar su pasado esplendor; se reforzaba a futuro su legendaria y comprobada vida útil.

Como consecuencia de su costosa restauración, la vieja casa de don Genaro Leitón y de su hija Alicia es una longeva tradición centenaria completamente restaurada que sobrevive airosa al paso de tres siglos (1870-2013)

LA «CASA DE LA LEITONA» ES PARTE MUY IMPORTANTE DEL YA ESCASO PATRIMONIO ARQUITECTÓNICO QUE AUN NOS QUEDA EN PIE.

Esa vieja casona hoy es un hermoso salón de café llamado:

«CAFETERÍA DE NUESTRA TIERRA»

Referencias:

Manrique Alvarez Rojas. La Casa de la Leitona.

Fotografías de Internet. Ensamble de fotografía por Maritza Cartín