
Existe un antiguo tramo de camino de carretas a Puntarenas en el Alto del Monte de Atenas, Provincia de Alajuela. Este tramo de camino mide aproximadamente cinco kilómetros de largo y une el Alto del Monte de Atenas con Desmonte en San Mateo.
Esta ruta atraviesa el cantón de Atenas y fue construida en el año de 1843. Por dicho camino se comunicó al Valle Central con el Puerto de Puntarenas y de ahí con el mundo para exportar nuestros productos, principalmente el café.
Hoy por el trayecto de Alto del Monte a Desmonte por la ruta antigua, el visitante puede apreciar restos casi intactos de sus empedrados también se ubican sitios históricos como el lugar donde existió la “Casa de en medio”, “la cuesta del toro” o la “piedra de Ciriaco”.

Dentro de las tantas anécdotas de este camino están las siguientes:
• Transportada por bueyes entró al Valle Central la Primera Locomotora para el ferrocarril de San José a Limón.
• Viniendo el Presidente de la República Don Próspero Fernández en el año 1885 enfermó gravemente y al llegar a Atenas, murió.
Para velar por el orden del tránsito de carretas por este camino se crearon los Guarda-Caminos (hoy inspectores de tránsito) y se realizaban multas de un peso por infracciones tales como “transitar montado en la carreta, por dos carretas sin arriero, por traer el chuzo atravesado y otros.”

Su influencia decayó una vez se inauguró el ferrocarril, en 1910. Pero los recuerdos perduran.
Por aquí pasaron los gloriosos miembros del ejército costarricense que derrotaron a los filibusteros comandados por William Walker en la Batalla de Santa Rosa, el 20 de marzo de 1856. Entre otros, Manuel Quirós, José María Gutiérrez y Manuel Rojas, junto a 16 más que allá fueron y murieron en la lucha.
Por esta vía rechinaron las ruedas de miles de carretas hacia y desde Puntarenas cuando este era el único medio de transporte que comunicaba el Valle Central con el puerto.
De madrugada, alumbrándose con carburas o después de las 3 de la tarde para que no se agotasen los bueyes, aquello ha de haber sido una escena inolvidable como el desfile anual de boyeros, pero a lo bestia, más de 400 carretas para allá y para acá cargadas de productos que se iban en barco o llegaban en barco.

Un viaje de San José a Puntarenas duraba aproximadamente seis días y se hacía en trayectos de aproximadamente 22 kilómetros cada uno, donde se establecían los sesteos y lugares de descanso para que los boyeros y los bueyes se recuperarán y así continuar el viaje.
Referencias:
Centro de Conservación de Patrimonio Cultural.
Victor Hugo Vargas Araya. Periódico CR Hoy. 25 de julio, 2017.