
El templo dedicado a San Joaquín, esposo de Santa Ana y padre de la Virgen María, se encuentra emplazado frente a la plaza en el amplio espacio de una manzana de terreno. Está rodeado de tranquilos y hermosos jardines que enmarcan la sencillez y fortaleza de las antiguas piedras. En el resaltan las líneas arquitectónicas y los campanarios sobre una fachada perfectamente equilibrada.
Los habitantes de San Joaquín, se empeñaron en levantar un templo que fuera el orgullo de su población, de su provincia y de todo el país y que también fuera exponente del desarrollo social y económico del lugar.
Su construcción puso a prueba el vigor y la tenacidad de los antepasados de esa población y evidencia aún en nuestros días, no solo la devoción y la religiosidad de sus habitantes, sino también la prosperidad del más pequeño cantón de Costa Rica.

El 11 de setiembre de 1865 era colocada la primera piedra del templo que hoy yergue majestuoso a mitad del poblado. En una ceremonia sencilla fue colocada “la primera piedra del tesoro de la iglesia”, gracias al esfuerzo de don Juan Alfaro cuya participación en esa obra fue notable.

El 20 de setiembre de 1881 el ilustrísimo señor Obispo Dr. Don Bernardo Augusto Thiel realizó la visita canónica a San Joaquín, inspeccionando los trabajos. En ese entonces, ya estaba casi terminado el templo, pues que se comenzaba a constuir las torres del mismo y levantadas sus paredes con piedra labrada en Cartago, de donde en carretas era tráida por los fervientes vecinos de San Joaquín, cuyas gestiones y empeños por tener su templo y su párroco fueron muchos.
El 1 de enero de 1882 tomaba posesión de la coadjutoría de San Joaquín el Presbítero Francisco Chaverrí, celebrando misa el mismo día, oficio que pagó Julio Alfaro Campos, siendo también la primera misa celebrada en la nueva iglesia en construcción.

Las obras de construcción fueron dirigidas por don Pedro Albertazzi, don Francisco Gagini y el señor Vaglio, don Luis Quinto, siendo traída la madera de cedro de Vara Blanca y Zarcero. Don José María Arias regaló la custodia, preciosísima joya de arte traída de Francia, los vasos sagrados y una araña cuyo costo fue de 800 pesos.

La iglesia, cuyo mosaico fue traído de Italia, quedó terminada prácticamente en 1888 y ya ostentaba su hermosa verja traída de California, siendo donada por don Lorenzo Barrantes. Fue entonces cuando se dispuso i inauguración solmene, habiendo hecho la consagración el Obispo Thiel.

Los vecinos dispusieron para celebrar dignamente ese suceso, tres días de fiestas. En el primero, víspera de la fiesta se representó una comedia. En esa y en las demás noches hubo juegos de pólvora, las clásicas retretas por la Banda de Heredia, etc., en tanto que en el día verificábanse mascaradas, con disfraces traídos de Cartago por don Manuel Arias, aparte de los reunidos en el distrito.
En el año de 1924 el templo sufre una transformación en sus torres debido a los daños sufridos a causa del terremoto.
Declarado Patrimonio Arquitectónico el 17 de diciembre de 1998 bajo decreto #27492-C, Gaceta #245
Referencias:
Municipalidad de Heredia.
Centro de Conservación Patrimonio Cultural.