
A la llegada de los españoles a América, los habitantes originales de Costa Rica sumarían unas 400 000 personas diseminadas por todo el país, los cuales se encontraban organizados en cacicazgos, que tenían divisiones sociales jerárquicas con linajes de carácter hereditario, generalmente por vía matrilineal, pero que también cambiaban pasando del poder de un linaje a otro.

Los cacicazgos más pequeños agrupaban unas pocas aldeas bajo la dirección de un cacique, asistido por un concejo de principales. Los más grandes, llamados «señoríos», se componían de un conjunto de diversos cacicazgos reunidos bajo la dirección de un cacique principal, cuya lealtad se garantizaba mediante relaciones de parentesco, establecimiento de pactos políticos y enlaces matrimoniales.
Las sociedades cacicales se encontraban divididas en «principales», formados por las familias que detentaban el poder, y «comunes», constituidos por artesanos y agricultores. De importancia también eran los chamanes, los líderes religiosos y médicos de las poblaciones. La nobleza aborigen se atribuía facultades mágicas y religiosas con el fin de fortalecer su autoridad, y por eso tenía acceso al oro y a los esclavos, y cumplía funciones asociadas con la guerra, el comercio y los tratos con los dioses.

Las diferencias entre los grupos étnicos eran visibles en áreas como la arquitectura, el paisaje lingüístico y la cosmovisión, generalmente de tipo animista.
Las actividades religiosas se llevaban a cabo en templos, similares a las viviendas, pero más grandes. En dichos lugares sagrados se guardaban los enseres y utensilios rituales – instrumentos musicales, máscaras, esteras – y era donde los sacerdotes realizaban sus ceremonias y se llevaba a cabo el culto a iconos, generalmente hechos de oro.
Los cultivos se realizaban utilizando el sistema de roza de tala y quema de parte del bosque, donde las cenizas garantizaban la fertilidad del suelo. Se cultivaba maíz, frijoles, curcubitáceas, mandioca, frutales y cacao.

Los cacicazgos pueden ser agrupados de acuerdo a su posición geográfica. En la región del Pacífico Norte, el señorío más importante fue el de Reino de Nicoya, que también dominaba otros cacicazgos menores existentes en la zona: Nicopasaya, Nandayure, Cangel, Paro, Churuteca, Zapandí, Corobicí, Abangares, Orotiña y Chomes Nicoya se distinguía por practicar el sacrificio humano y la antropofagia ritual.

En el interior del Valle Central, existían dos importantes señoríos que conglomeraban la mayoría de los cacicazgos menores de ese territorio. El Señorío de Garabito o Reino Huetar de Occidente unificaba los pueblos del Pacífico central hasta el río Virilla, y se extendía desde Esparza hasta el río San Juan, incluyendo los territorios de los botos (entre los ríos San Carlos y Sarapiquí), katapas y tises, que eran sus tributarios.

El otro gran señorío del Valle Central era el Reino Huetar de Oriente, bajo el dominio de El Guarco, que dominaba el valle del mismo nombre hasta la región del Caribe central. Entre las poblaciones bajo el gobierno de El Guarco se encontraban Cot, Corrocí, Tucurrique, Turrialba, Ujarrás, Tayutic y Atirro, y sus límites se extenderían hasta Suerre, Pococí y Chirripó, muy cerca de Talamanca. Otros cacicazgos menores bajo el dominio del Señor del Guarco eran Aserrí y Curridabat.

En el Caribe central y sur se localizaban los cacicazgos de Suerre, Pococí, Tariaca y Talamanca. Suerre y Pococí pertenecían al Guarco, mientras que Tariaca dominaba los pueblos de Minon, Turecaca, Duqueiba, Abaçara y Citará. Esta zona estaba poblada por los cabécares, los auyaques y urinamas, y los térrabas.
Los siguas (de etnia mesoamericana) ocupaban un sitio de la costa llamado el Valle del Duy o Coaza, entre los ríos Sixaola y Changuinola, y eran una colonia comercial marítima proveniente de Yucatán. Los changuinola ocupaban los ríos Puan y Changuinola, y los doraces vivían en la bahía del Almirante (actual Panamá). Los guaymíes se asentaban en la cordillera de Talamanca y la región de Chiriquí, hasta el Pacífico. De todos estos grupos provienen las tradiciones de los cabécares, térrabas y bribris. En la región del Pacífico Sur, se encontraban los quepoa, los turucaca, los cotos y los brunca (o boruca) inicio en 1502 y termino en 1575 la colonización.
Referencias:
Botey Sobrado, Ana María (2002). Costa Rica: desde las sociedades autóctonas hasta 1914. Editorial de la Universidad de Costa Rica.
Lovell, W.George (1995). Demography and Empire: a guide of the population history of Spanish Central America, 1500-1821 (en inglés). Dellplain Latin American Studies, Nº33, Westview Press.
Solórzano, Juan Carlos (2006). Costa Rica en el siglo XVI: descubrimiento, exploración y conquista. Editorial de la Universidad de Costa Rica.
Molina, Iván; Palmer, Steven (2011). Historia de Costa Rica. Editorial Universidad de Costa Rica.