Historia:
En 1828 siendo jefe de Estado don Juan Mora Fernández se decidió impulsar la agricultura y colonización del valle de Turrialba. Este hecho inició las migraciones que poco a poco fueron estableciéndose en la región.
Otro hecho que contribuyó al poblamiento inicial de lo que sería Turrialba, residió en la aplicación de los decretos que establecían la creación de lugares de confinamiento para delincuentes y presos políticos, en las regiones alejadas del centro del país. De acuerdo a esta ley en agosto de 1842 Francisco Morazán decidió que el valle de Turrialba fuera una región en la cual se confinaran reos. Esta medida favorecía las políticas de poblamiento, pues muchos de los reos traían a sus familias a vivir con ellos.
Ya para 1862 Turrialba estaba constituido como un pequeño pueblo que pertenecía al cantón de Paraíso.
Pero el hecho que vino a sacar del aislamiento esta zona y a toda la región Atlántica en general, fue la conclusión del ferrocarril al Atlántico.
La empresa que terminó la construcción del ferrocarril era dirigida por Minor Keith y los trabajos en la zona de Turrialba se verificaron entre 1889 y 1890. El trazado de esta línea férrea definió el asentamiento actual de la ciudad.
En 1877 el pueblo se situaba al lado norte del río Turrialba pero al construirse la estación del ferrocarril en terrenos que pertenecieron a la Hacienda Guayabal, el centro de población también fue trasladándose a este sitio hacia fines del siglo XIX.
Fue don Manuel Vicente Jiménez quien vendió la franja de terreno a Keith para la estación, posteriormente su hijo de igual nombre vendía suficiente tierra de la Hacienda Guayabal, para la consolidación del poblado.
La construcción del ferrocarril atrajo gran cantidad de trabajadores, muchos de los cuales quedaron establecidos en la zona al finalizar el tendido férreo.
Otra finca que aportó tierras para la consolidación de la ciudad fue la Finca de Aragón, formado por una compañía que hicieran Manuel Aragón y los hermanos Cipriano y Gorgonio Herrera.
En 1990 y a raíz del fuerte terremoto que afectó el Valle de la Estrella se dio el cierre del ferrocarril ante los desastres en la vía férrea.
La Estación del Ferrocarril:
La antigua terminal del ferrocarril ocupa un área aproximada a las tres manzanas de terreno en una franja que tiene unos 100 metros de largo.
En esta propiedad se ubican seis construcciones de madera y metal y un antiguo corral que fueron empleados de la siguiente forma:
La construcción (A) fue utilizada como el edificio de aduanas principal, aquí se vendían los tiquetes y se llevaba a cabo el abordaje del tren.
Es una enorme construcción de madera con corredores cubiertos, techo de zinc y grandes ventanales. Hoy día está instalado aquí un comercio.
La construcción (B) se localiza al frente de la Aduana; aparentemente fue otro Despacho que funcionó además como dormitorio para maquinistas. Según se nos informó originalmente era más grande.
La Sección (C) representa un área de corrales construida con rieles. Aquí se guardaba el ganado por lo general de la raza Bremem, que era traído de la zona para suplir los mataderos locales.
La edificación (D) ubicada contiguo al corral es una gran bodega en la cual se guardaban productos tales como frijoles, yuca, maíz, harina, etc., que llegaban procedentes del Atlántico y de San José, con el objetivo de abastecer el consumo de la ciudad de Turrialba.
Las paredes de esta bodega en contraste con las otras edificaciones no son de madera sino de láminas de hierro galvanizado de muy buena calidad; importado de Gran Bretaña.
La sección (E) es una pequeña casa-oficina que funcionaba para el control y despacho de los trenes, construida en madera de tablilla, se localiza en la salida este del patio del ferrocarril.
La construcción (G) aparentemente formó parte de la zona destinada para mantenimiento con paredes en hierro galvanizado.
La sección (F) corresponde a una casa de habitación, que fue ocupada como la vivienda del administrador de la terminal del ferrocarril.
Construida principalmente en madera responde a una arquitectura propia de la actividad ferroviaria, un siglo después de su construcción un fuerte sismo provocó importantes daños en la estructura férrea decreciendo la actividad.
Actualmente la estación se encuentra sin uso a excepción de una pequeña parte en la que opera una soda.
Fue declarado patrimonio histórico y arquitectónico de Costa Rica el 7 de Septiembre del 1994, en la gaceta N°170, por locual se prohíbe la demolición o remodelación parcial o total, sin previa autorización del Centro de Investigaciones y Conservación de Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura y Juventud.
Referencias:
Centro de Conservación Patrimonio, Cartago.
Fotografías recientes de Maritza Cartín (Visita a Turrialba, Diciembre, 2019)
Excelente recopilación, poseé algunos errores ortográficos, pero en sí es una experiencia formidable que debe ser divulgada ampliamente
Felicidades.
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Muchas gracias Edwin por sus comentarios. Ya hice una revisión para corregir ortografía. Saludos!
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