Templo Católico San Blas, Nicoya, Guanacaste, 1801-1850.

Un sábado de noviembre acompañé junto con mi esposo Oscar a mi hermano Joel a la ciudad de Nicoya. Salimos muy temprano rumbo a las tierras Nicoyanas. Me dije es hora de hacer trabajo de campo.

Parte trasera de la iglesia

Visite la bella Iglesia de Nicoya y sus alrededores…simplemente un lugar cautivador. Aquí les dejo un poco de la historia de la iglesia más antigua de nuestro país.

La Iglesia de Nicoya Monumento Histórico y Arquitectónico, fue fundada en el XVI; la primera que se construyó en el país.

Nicoya, ¡tierra bendita! Aquí comenzó hace cin­co siglos, la expansión del cristianismo al resto de la República.

Cuenta la historia que en el año 1523, a Gil González Dávila, en una expedición en el Golfo de Nicoya, le acompañaba el Padre Fray Diego de Agüero, uno de los capellanes que atendían las necesidades espiritua­les de quienes integraban ese grupo de exploradores. Por eso, puede afirmarse que la historia eclesiástica del país, inicia en tierras nicoyanas por el capellán Agüero.

En esta época de la conquista, en su recorrido, Gon­zález Dávila conoció al Cacique Nicoya, con quien enlazó amistad, que indujo e influyó en la conversión del Cacique, de su familia e indígenas del pueblo al cristianismo.

Sin embargo, es hasta 1544, que se considera la fecha original de la fundación de la Parroquia de Nicoya. La tesis que confirma este hecho son los escritos del Monseñor Thiel, quien indica que en la fecha mencio­nada anteriormente, se erige la parroquia. La otra es la creciente conversión del cristianismo de los indíge­nas, lo que demandaba un sacerdote que cubriera las necesidades espirituales de los pobladores, con el fin de asegurar la perseverancia en la fe cristiana, todavía incipiente.

Este dato apunta que la Parroquia de Nicoya es la pri­mera de Costa Rica, pues otras de gran antigüedad, como la Parroquia de Chomes, data de 1556 y la de Cartago de 1563.

Se cree que desde la fundación de la parroquia, los oficios religiosos se realizaron en un templo con una estructura muy simple y de techo pajizo, el cual fue necesario reemplazar por la actual edificación, ya que constantemente la población sufría incendios que des­truían el templo. Estos acontecimientos no permitieron obtener una documentación más veraz y concreta de las características de la edificación, ya que los archivos eclesiásticos de la Casa Cural se quemaron.


Referencias:

Periodicomensaje.com

Fotografías por Maritza Cartin y de Internet.

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