Iglesia San Rafael Arcángel, Escazú, San José.

Frente de la Iglesia. Fotografía de Maritza Cartín E., 2017

Si bien la definición de San Rafael como distrito tercero del cantón de Escazú, data de por lo menos 1920 -una vez consolidada la separación de Santa Ana como cantón en 1907-, el proceso de perfilarse propiamente como tal, marcado por la construcción del templo local fue mucho más lento.

No fue hasta dos décadas después que en ese entonces pequeño pueblo decidió levantar su propia iglesia: la Iglesia San Rafael de Arcángel.

Fue por donación de Doña Josefa Saborío de Flores quien donó el terreno para construir que se levantó esta estructura. Para ese año que data 1943 la iglesia era tan solo un humilde techo de palmas sostenido por unos pilares de madera

De hecho, el deseo de los vecinos del lugar de definir su imagen como distrito, no empezó a concretarse sino con la donación de un terreno que permitiera tal construcción, por parte de doña Josefa Saborío de Flores en 1943. No obstante, por entonces la iglesia que inició sus actividades no era más que un humilde ranchito de hojas levantado al efecto, mientras se iban construyendo las paredes del futuro templo bajo la dirección de don Narciso Montero.

Quico Quirós y el neocolonial

Fue con el paso del tiempo, ya casi terminado el cuerpo de la iglesia hacia 1950, que le fue encargada la realización de su fachada al distinguido arquitecto costarricense Teodorico “Quico” Quirós Alvarado (1897-1977). Este se había formado como tal en Boston en los años diez del siglo pasado, y como era pintor también, una vez aquí inició su carrera profesional y su obra pictórica en forma paralela, ambas de profunda preocupación por lo nuestro.

Precisamente, una de las tendencias arquitectónicas cultivadas por Quico Quirós desde su regresó al país en los años veinte, fue el llamado “neocolonial hispanoamericano”, una corriente perteneciente a la reacción nacionalista que se dio en la primera mitad del siglo XX en la América Hispana. Con ella, se buscaba la revitalización de la cultura de raíz hispánica y criolla de nuestros pueblos, reflexión que en arquitectura llevó entre otras cosas al estudio del patrimonio histórico propio, con el objetivo formal y plástico de recuperar los valores culturales que aquel encarnaba.

Alrededores del Templo:

Plaza de fútbol frente a la Iglesia
Calles aledañas a la iglesia

En nuestro país esa expresión arquitectónica tuvo mucha fortuna, sobre todo por dos razones: nuestra cercanía cultural con México, centro irradiador de la misma, y la revista Repertorio Americano editada aquí por don Joaquín García Monge, que hizo mucho por difundirla al insistir en la necesidad y el compromiso social de retomar nuestras raíces en el campo artístico.

Referencias:

  1. Andres Fernández, Historiador.
  2. ANDFER Blog de notas.
  3. Arquitectura Costarricense Blog.
  4. Fotografías, Maritza Cartin E. Año 2017.

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.