Casa López Montoya, Escazú, 1851-1900.

La vivienda se encuentra ubicada en el centro de Escazú, distrito Primero, Cantón Segundo de la provincia de San José, 200 metros al Este del Costado Norte de la Iglesia de Escazú, frente al costado sur de la Bomba Shell.

La propiedad pertenece a María de los Angeles López López Sin embargo, la señora López declara que esta vivienda ha pertenecido a cinco familias. Inicialmente fue propietaria una india llamada Juana Espinoza, posteriormente fue heredada a Adela Mora, esta luego vende a Trinidad López Montoya quien heredó a Melitina López Montoya, y está heredó a su hija María de los Angeles López López.

María de los Angeles López López, dueña actual de la casa.

Existen indicios según la propietaria de que fue construida por uno de los mayores constructores de la época llamado don Bruno Herrera.

En el pasado se constituía en este lugar donde se hacían las comidas de los turnos y de los candidatos porque esta contaba con espacios adecuados y otro tipo de enceres domésticos como el horno entre otros.

Descripción Arquitectónica:
El Arquitecto Manuel Gutiérrez la describe de la siguiente manera: casa de adobe urbana conformada en un lote esquinero en forma de L. La casa es de una planta y montada sobre cimientos de piedra. Bordeada por un zócalo del mismo material con que están construidas las paredes o sea adobe. La cubierta de techos es de hierro galvanizado y a cuatro aguas.

Posee dos fachadas, Norte y Este. La primera mide aproximadamente 28 metros incluido un muro con techo de teja de unos diez metros que da hacia el patio trasero de la casa.

Hacia el costado izquierdo se encuentra la puerta de entrada a la sala principal y a su derecha se encuentran dos ventanas que dan luz al cuarto principal y al comedor. La segunda tiene una puerta central que da a una sala secundaria que se conecta con un pasillo central (en la actualidad funciona como la puerta principal) con dos ventanas, una al costado norte y otra al costado sur. Las ventanas que dan al exterior constan de dos cerrojos uno en forma de guillotina y otra contraventana de madera en forma de abatir y cuyas medidas son de un metro de ancho por 1.25 de alto. Las puertas miden un metro de ancho por dos metros de alto. Las paredes a la altura de un metro están pintadas con una franja de color café y el resto de color crema. Los aleros no cuentan con cielorrasos.

Las paredes son de adobe de 50 cm de ancho. Los marcos de las ventanas y puertas así como los dinteles son de madera. Su altura aproximada es de tres metros. Los cielos de las salas y cuartos son de tablilla biselada. El resto de los aposentos son de tablilla de unos 14 cm de ancho con tapajuntas de una y media pulgada de ancho. Los pisos de los cuartos son de tabloncillo de 8 pulgadas de ancho. El resto de los pisos de la casa son de loseta de barro de 20×20 cm.

La estructura y materiales con los que originalmente fue construida aún se conservan, excepto el techo que fue cambiado hace más de medio siglo.

A los alrededores de la vivienda aún se encuentran muchas de estas casas con características similares lo que la convierte en el prototipo de modelo constructivo de la época.

En el 2011 el Centro de Conservación hace una inversión de 31 millones de colones en mejoras para la vivienda.

GALERÍA: (Fotografías de La Nación).

Referencias:

Lic. Humberto Corrales. Centro de Conservación Patrimonio Cultural.

Fotografías de La Nación.

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