Ermita Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción, el Llano Grande, Alajuela. 1851-1900.

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Fotografía Ticoclub

La Ermita del Llano ubicada en la provincia de Alajuela es más que un pequeño centro de oración, es la síntesis del sentimiento de un pueblo, un sueño de ciudadanos que se convirtió en realidad cuando el último bloque de adobe se colocó, marcando el comienzo de una iglesia que vería entre sus muros, las vivencias de toda una población, las alegrías, las tristezas, las uniones, el sentir de su fe cristiana.

Tras la fundación de la ciudad de Alajuela en el año de 1782, se conformaron cinco barrios principales. El Llano, fue tan solo un caserío, perteneciente a los “Targuaces”, también conocido como “La Concepción”. La mayoría de la población que habitaba el sitio se dedicaba, en conjunto, a la agricultura y la ganadería, reforzando aún más el carácter humilde de sus habitantes.

Por otra parte, los pobladores al no contar con un lugar para recibir los sacramentos litúrgicos o para reunirse en oración, debían acudir a la Agonía de Alajuela para participar de dichos oficios. Por comodidad, estos “llaneros”–como antiguamente se les conoció-concibieron la idea de crear un lugar de culto cercano a sus casas, así como un sitio donde celebrar las fiestas en honor a La Purísima Concepción. Es así como el 16 de agosto de 1881, la propuesta de edificar una pequeña iglesia en El Llano fue aceptada por los principales líderes religiosos del momento. Los terrenos fueron donados por doña Eusebia Solana Sibaja allá por los años de 1880, aunque otras fuentes de la época, citan que una de las manzanas fue donada por José María Sibaja (El Cencerro, 20 agosto, 1881).

Muchas son las fechas que se citan alrededor de la finalización del templo, sin embargo, se puede afirmar que la construcción fue consumada antes de la década de los 90 del siglo XIX. El presupuesto para la construcción fue obtenido por los mismos moradores de El Llano de muy diversas maneras, muchos colaboraron como propia mano de obra, por medio de la donación de diversos materiales o gracias a la realización de fiestas, turnos, rifas, entre otras muchas actividades. Asimismo, como colaboración por parte de la municipalidad de Alajuela, se declaró que todas las ganancias que se obtuvieran de las mencionadas fiestas, se destinarían, íntegras, a la construcción de la Ermita, eximiendo así a los organizadores, de los derechos de pago por la venta de licores y alimentos.

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Fotografía La Nación

Durante la construcción y una vez finalizadas las obras, se recibieron algunas visitas del obispo Thiel-Hoffman, para corroborar el avance de los trabajos e incluso para plantear ciertas recomendaciones religiosas sobre el buen uso del inmueble.

Tras finalizarse la construcción, hubo algunas reformas para perfeccionar su estado final o añadir mejoras al edificio, siendo las más señaladas la colocación del pavimento interior de baldosa hidráulica, el cielo raso metálico y más adelante, las campanas, las cuales fueron trasladadas en la década de los 80 del siglo XX, a la nueva iglesia que se erigió al costado norte de la histórica Ermita. Esta misma suerte sufrieron otros de sus muebles, tales como las imágenes religiosas, mientras que bancas y retablos menores, se perdieron por el paso del tiempo. Finalmente, en años posteriores se construyó una bodega hacia el costado sur y un hermoso y funcional empedrado en el sector este.Otro aspecto importante a destacar es que debido a lo iconográfico de su arquitectura, la Ermita de El Llano ha sido fondo y decoración para no pocos escritores, haciendo que sus personajes corriesen aventuras bajo la sombra de sus anchos muros de tierra. Además, ha sido morada para los “pasitos”navideños tradicionales de todos los años, así como otros hechos religiosos patrocinados por la comunidad y eventos de carácter más social y folclórico, como las salidas de los tradicionales payasos, al recorrer las calles del barrio.

DESCRIPCIÓN DEL TEMPLO

El edificio es primordialmente de adobe, con planta de cruz latina -aunque originalmente se trató de una edificación de nave única.

Los brazos están compuestos por dos sacristías, ambas comunicadas con el presbiterio por medio de dos puertas macizas de madera. Dichas estancias cuentan con accesos desde el exterior y una ventana pequeña. El brazo sur del templo posee otro espacio adicional que se corresponde con una pequeña bodega, cuyos paramentos fueron edificados con bahareque en una intervención posterior. Es este elemento añadido el que interrumpe lo que pudo haber sido inicialmente, una construcción simétrica.

Coexisten además, materiales como el calicanto y el ladrillo y un piso de baldosa hidráulica como pavimento interior.

La Ermita posee una cubierta a tres aguas, elaborada con teja, la cual fue colocada sobre láminas de hierro galvanizado, sustentadas por sencillas cerchas de madera. Bajo estas piezas se encuentra el cielo raso también de madera, rematado con una cornisa decorada del mismo material.

La fachada principal se compone de tres entradas de arcos de medio punto, coronados en sus tímpanos por pequeños vitrales. Hacia el tercio superior se observa una serie de cornisas y pilastras, rematadas por dos pináculos, colocados en ambos extremos en de la fachada.

Completa el conjunto, un pequeño campanil, construido con posterioridad, de base cuadrada y decoración austera, coronado por medio de una cúpula de estructura de madera y lámina metálica lisa con remaches sobre la que se instaló una modesta cruz. La nave principal de la iglesia está iluminada por medio de 4 ventanas ubicadas 2 a cada lado de la nave, rematadas con arcos de medio punto, sobre los cuales se instalaron sencillos vitrales multicolor.

El presbiterio por su parte, alberga el altar mayor iluminado por una pequeña ventana. El color predominante es el blanco en la totalidad de las paredes a excepción del zócalo exterior donde se utilizó un tono celeste y algunos elementos de la fachada principal que utilizan este mismo color para pilastras y los arcos de medio punto. Además, se destaca el uso de este mismo tono para destacar las marqueterías de madera al interior y exterior del inmueble. Por último, para la cúpula se empleó un tono rojizo oscuro como elemento contrastante.

Restauración:

Debido a un total deterioro del inmueble fue sometida a una completa restauración en el año 2016.

Referencias:

Revista Herencia, Vol. 29 (2), julio-diciembre, 2016. Ileana Hernández Salazar,

Tecnológico de C.R.

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