
En las primeras décadas del siglo XIX se inicia en Costa Rica la producción cafetalera. Para 1830 comienza a desarrollarse como una lucrativa actividad de exportación. Los cafetales rápidamente dominan el paisaje de los alrededores de San José y pocos años después sucede lo mismo en las principales ciudades del Valle Central.
En dicho Valle la mayoría de las tierras resultaron sumamente aptas para el cultivo del café comenzando a observarse cafetales en sus diferentes ámbitos. Así en Heredia también se inicia la formación de haciendas cafetaleras entre ellas podemos citar La Soledad en San Joaquin de Flores propiedad de don Buenaventura Espinach Gaul a nediados del siglo XlX y la del barrio el Carbonal de don Paulino Ortiz en el Distrito de Mercedes, estas haciendas contaban con sus respectivos beneficios.
A la muerte de su propietario la hacienda cafetalera fue vendida a don Guillermo Steinvorth este posteriormente la vendió a la famiia Rosabal.
En 1916 la hacienda fue adquirida por don Ernesto Gonzalez Flores hermano de don Alfredo quien ejercía la presidencia de la República en ese momento. Don Ernesto al igual que la mayoría de sus hermanos fue un hombre dedicado a la vida pública del país, pues ejerció la diputación en varios periodos administrativos.

Al adquirir don Ernesto la Hacienda se preocupó por modernizar el beneficio siendo uno de las más importantes del cantón Central de Heredia. Mejoró los patios para el secado del grano del café por medio de la acción solar con una capacidad de ocho a diez mil fanegas amplió las pilas de captación de agua, dándole una capacidad de ochocientos mil litros. Su producción bajo el nombre de Cafetalera la Perla fue exportada a Inglaterra y Alemania utilizando las marcas El Carbonal y Montebello.
Para ampliar toda esta infraestructura fue necesario comprar las tierras al norte del beneficio, adyacentes al mismo, por eso, en ciertos sectores de la propiedad se observan fracciones de la tapia entejada que delimitaba el norte del beneficio.
Además de las mejoras realizadas en las instalaciones relacionadas con la producción cafetalera, don Ernesto construyó una casona de adobes de gran magnitud, la que colindaba con el beneficio. Lamentablemente, al adquirir esta propiedad la empresa Mirona S.A., la vieja y señorial casona fue demolida (a inicios de 1994) y sustituida por otra cuyo diseño trató de seguir las características de la anterior, mezclándose incluso en algunas secciones la nueva edificación, utilizada para funciones administrativas, con las ubicadas al oeste, prácticamente adjuntas y utilizadas en el proceso del laboreo del café.
Descripción Arquitectónica:
La vivienda de bahareque es una edificación en forma de “ele”, ubicada al fondo de los jardines del patio interno del beneficio.
Fachada:
En su parte norte se extiende un gran corredor volado, sustentado por ocho columnas de madera. Este corredor pudo servir como zona de almacenamiento de granos o madera, pues posee una profundad de unos 4 o 5 metros.
En la parte oeste, el corredor da a las habitaciones y es de menos profundidad, aquí se ubican tres columnas más
Todos los pisos de los corredores son de mosaico ornamental con diseños geométricos y en tonos celeste blanco y marrón..
Por la sencillez de la vivienda y la época en que se construyo es muy posible que estos pisos correspondan a un trabajo de remodelación llevado a cabo en las primeras décadas de este siglo.
El acceso a la vivienda lo dan dos puertas, una de ellas de doble hoja; por sobre ellas se ubican pequeñas ventanillas con cristales y rejillas con perforaciones para la ventilación.
Una de estas puertas no es original ni tampoco es muy antigua posee nueve cristales en su parte superior.
El techo es de zinc con estructura de madera a dos aguas.
Parte interna:
En algunas secciones de las paredes internas se aprecian daños en los repellos sin presentar a simple vista un deterioro estructural.
El único problema grave que se detectó se ubica en la habitaci6n sur en donde existe una grieta en una de sus esquinas, que bien podría ser un daño serio y que requiere una pronta intervención para evitar el falseamiento de las paredes aledañas.
En la parte alta de las paredes existen una serie de ventanillas que permiten la entrada de luz a los aposentos que componen la vivienda.
Algunas secciones de los pisos internos son de ladrillos de arcilla cocida, son los más antiguos. Sin embargo, la mayoría del piso interno es de mosaico con diseños geométricos distintos a los de los corredores y en color amarillo, verde, rojo, negro y blanco.
Declarada Patrimonio Arquitectónico el 2 de diciembre de 1999 bajo decreto #28266-C, Gaceta #234.
Referencias:
Centro de Conservación Patrimonio Cultural. Informe de Arquitecto y Fotografías. Gerardo Chavarría.