Casa Las Acacias, El Carmen, San José, 1901-1950.

Ubicada  al costado sur del Parque Morazán,  Ave. 1, Calles 7 y 9

Esta hermosa residencia perteneció a la familia de Max Gurdián Rojas. Las Acacias es una casa antigua que se conserva frente al Parque Morazán. Se construyó a principios del siglo XX y es de influencia victoriana. Es muy valiosa por el diseño de los vitrales de la fachada.

Atrás se puede ver el antiguo Anexo del Hotel Costa Rica que luego paso a ser Hotel el Rey. (Fotografía de Jorge Arturo Vindas.)

Entre 1994 y 1995, en la administración de Johnny Araya, la Municipalidad de San José hizo dos intentos por adquirir la casa con el objetivo de ubicar ahí «la casa de la ciudad», para realizar actividades culturales del municipio o instalar la sala de sesiones del Concejo Municipal. Ambas gestiones fallaron porque, en ese momento, la familia no quiso vender la propiedad.

Fotografía de Maritza Cartín E.

Actualmente los dueños son los mismos del  Hotel del Rey.

Algo de Historia:

La Historia de esta edificación construida originalmente como casa de habitación, se remonta al año 1889, cuando Don Julio Piza Díaz, le compra una propiedad a su vecina Elvira Silva y Serrano y otra a su hermano Benjamín Emilio Piza, la primera la compra en 500 pesos y la segunda en 2300 pesos, juntándolas con la que ya él poseía, formando así una sola finca de “18 áreas, 49 centiáreas, 91 decímetros y 75 centímetros cuadrados” (aprox. 18.000 mts²), valorada toda en ese momento en 5.000 pesos.

Esta, según los documentos de la época, se ubica en el Barrio La Laguna, conocido así porque a finales del siglo XVIII, existía ahí una laguna artificial, llamada primero “Pozo de Villanueva” y luego solo “La Laguna”, que marcaba el limite oriental de la ciudad de San José y comprendía los actuales terrenos de Parque Morazán, edificio metálico y linderos del Parque España. En 1877, el gobierno compro esos terrenos para descargar la laguna por motivos de salubridad; y aunque para la época en que se construyó esta residencia esta laguna no existía, el nombre prevalecía.

A partir de 1890 tomó fuerza el proceso urbanizador del sector noroeste de la ciudad de San José, por lo que es en este marco urbano que Don Julio Piza construye en 1891 una casa que describe como “una casa de ladrillo de 19 metros, 30 centímetros de frente por 24 metros, 90 centímetros de fondo.” Y que tenía como linderos las siguientes propiedades: al Norte el Parque Morazán, al Sur calle pública, en medio propiedad de Jacinto Trejos Fernández, al Este calle en medio propiedad de Rafael Urrutia, y al Oeste propiedad de su hermano Benjamín.

Los documentos consultados concernientes a esta propiedad, no mencionan posteriormente a esta inscripción, la construcción de otra vivienda en este terreno, por lo que se podría afirmar que esta residencia, construida en 1891, es la misma que ahora conocemos como Las Acacias, otro hecho que lo confirma es que la edificación también es de ladrillo y sus medidas coinciden con las indicadas anteriormente. Estos documentos también permiten saber que tres años más tarde, en 1894 Don Julio vende este terreno con la casa incluida a Lucile Duval y St Clair también conocida como Lucile Brealey Duval en 50.000 pesos. Al realizarse esta venta, se indica que “es un solar con una casa de ladrillo” y que el terreno mide 1371 mts, 99 cents y 75 cents².

En 1913, al morir Jenaro Morales, esposo de Lucile, se hace cuenta partición de sus bienes y se adjudica todo a la señora Lucile. Para está época, la propiedad se describe así: “casa de habitación y sus dependencias, con el terreno en que esta ubicado, destinado hoy a jardines y al servicio de la misma casa”, además se indica que esta casa mide 19 metros, 30 centímetros de frente y 24 metros, 90 centímetros de fondo, siendo valorada “siendo valorada con todo y muebles en ¢30.000 colones”.

En 1925, “en su carácter de única heredera declarada en la mortuoria de Lucile…,se adjudica los bienes de dicha sucesión”, a su hija Muriel Morales Duval, pasando entonces a ser propietaria por herencia. Muriel se casada con Maximiliano Gurdián Rojas, quienes en 1968 junto a sus hijos conforman la sociedad “Las Acacias S.A.”, por lo que Muriel la traspasa como pago de parte de un aporte a la Sociedad, estimando su valor en dicha oportunidad en ¢526.370 colones.

Así, desde finales del siglo XIX, esta sobria y elegante edificación ha visto levantarse a su alrededor una serie de bellas viviendas, importantes inmuebles y espacios públicos, como la transformación de la Plaza de la Fabrica en el Parque España, la arborización en 1894 del paseo que tomaría el nombre de los mismos árboles plantados (árboles de damas), la construcción del edificio metálico en 1896 o la del Templo de la Música en 1920, también ha sido testigo del desarrollo urbano y la aparición de servicios públicos como el alumbrado y la cañería, el asfaltado de las calles, en fin, un sinnúmero de acontecimientos históricos.

Esto unido a su valor arquitectónico le hizo merecedora de ser declarada e incorporada al Patrimonio Histórico – Arquitectónico de Costa Rica, por medio del decreto N°28475-C del 7 de febrero del año 2000.

Vitral de la Casa las Acacias de 1970’s

Hoy en día esta hermosa casa junto con la Casa Vernor Lindo forman parte del Centro Cultural Key Largo el cual es un espacio de proyección y formación cultural que alberga una gran variedad de actividades culturales artísticas abiertas al público de todas las edades.

Referencias:

SICULTURA,

Fotografías: Maritza Cartín

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