Este cultivo es originario de América aunque no se conoce con precisión un lugar específico porque no se le ha encontrado en estado silvestre. Probablemente sea originario del Sur del continente; sin embargo, habita como hierba en la totalidad de los trópicos.
La historia del tabaco como cultivo se inicia desde principios de la Colonia. Los indios conocían y cultivaban el tabaco con mucha antelación a la llegada de los españoles. Lo usaban para fumar y también como hierba medicinal y es por esa razón que lo cultivaban con esmero. Para comprender la cronología de los acontecimientos históricos se establecen tres etapas, las cuales se identifican por sus características específicas. En cada una de ellas se narran los sucesos más relevantes y sus repercusiones en el desarrollo de la vida costarricense.
Etapa Inicial del Tabaco:
Después de 1502, año en que llegaron los españoles a Costa Rica, ellos conocieron el tabaco. A los españoles le impresionó ver cómo los indígenas usaban unas hojas arrolladas, las cuales quemaban por un lado y por el opuesto inhalaban el humo.
El tabaco era usado por los nativos principalmente en las ceremonias religiosas y en las festividades; el humo les provocaba un sopor que los narcotizaba y en ese estado se hacían heridas en sus propios cuerpos.
Estas costumbres crearon en los españoles una actitud negativa contra el tabaco; sin embargo, con el transcurso del tiempo y por efecto del intercambio cultural y genético entre ambas razas, en una fecha anónima los españoles aprendieron a fumar y rápidamente esta práctica se difundió en el viejo continente.
En 1605 los pobladores de Cartago emigran a las tierras de San José para sembrar tabaco. El cultivo rindió muy buenos resultados por la fertilidad de los suelos y las buenas condiciones climáticas; por esta razón, la región comprendida entre Barva, Heredia, Alajuela, Ujarraz y San José, se desarrolló rápidamente. Además, las relaciones comerciales entre Nicaragua y Panamá tenían entre los principales rubros la exportación de tabaco.
Etapa del Monopolio:
El desarrollo social y económico lógicamente despertó el interés y la codicia de los españoles; fue así como en 1752 la Corona Española impuso el monopolio del tabaco en Perú y en 1766 en el Reino de Guatemala (estanco del tabaco).
Los beneficios económicos que se alcanzaron como resultado del monopolio fueron muy buenos; entre 1770 y 1780 las ganancias fueron de 1.5 millones de pesos y, veinte años después, este rubro se había triplicado.
Como consecuencia de este éxito económico en 1784 se construye la Factoría del tabaco en San José, en el lugar donde hoy se encuentra el Banco Central.
La construcción de este edificio marcó las bases del desarrollo de San José; fue en la factoría donde se llevó a cabo toda la administración, compra, almacenaje y venta del tabaco, principal cultivo de esta zona.
La administración de la factoría estaba regida por el máximo poder de la Capitanía General de Guatemala; en segundo lugar jerárquico estaba el factor, que era el administrador general; la seguía luego el fiel de almacenes. La Caja Real era administrada por el contador, que a su vez fiscalizaba al tesorero.
Los agricultores o cosecheros sembraban el tabaco en los terrenos del Valle Central que eran aprobados por el factor para este fin. Las tercenas eran almacenes de la misma factoría, recibían tabaco, lo almacenaban y lo vendían. Se encontraban las tercenas en San José, Heredia, Alajuela, Cartago, Ujarraz, Bagaces, Esparza, Nicoya, Guanacaste, Santa Cruz y Nicoya.
Por orden del Reino de Guatemala, en 1782 se autoriza su siembra únicamente en Costa Rica por lo que la actividad tabacalera se incrementó notablemente, pues desde aquí había que abastecer de tabaco a todo el Reino de Guatemala.
Referencias:
- Chaverri Guerrero, Rodrigo. El Cultivo del Tabaco.
- Revista Instituto Defensa del Café. Anastasio Alfaro.