La creación del Hospital San Juan de Dios data del 27 de junio de 1845 cuando el entonces representante ante la Cámara de diputados de Costa Rica, el Dr. José María Castro Madriz (más tarde primer Presidente la de la hi República) presentó ante dicha cámara un proyecto para fundar la Junta de Caridad (hoy, Junta de Protección Social de San José) y construir un hospital general, puesto que el país no contaba con ninguno. Dicha ley fue aprobada el 3 de julio, la cual en su artículo primero sancionó el nombre del hospital como «San Juan de Dios».
Construcción del Hospital San Juan de Dios, 1882.
La construcción del inmueble no inició sino hasta 1852, siendo presidente Juan Rafael Mora Porras, a instancias de Monseñor Anselmo Llorente y La Fuente y con motivo de la guerra de 1856, y se terminó hasta 1855.
En 1857, se estableció el Protomedicato y la Sociedad Médica, y en 1865 el hospital quedó bajo la dirección de las Hermanas de la Caridad, que llegaron al país hasta 1871.
oHospital San Juan de Dios, San Jose, 1915.Calidad de Foto Mejorada Jorge Salazar.Foto de Manuel Gomez Miralles
Durante el gobierno de Tomás Guardia Gutiérrez, en 1874, se organizaron los primeros cursos de la Facultad de Medicina (decretada su creación por Juan Rafael Mora desde 1850), cuyas prácticas se hicieron en este hospital, siendo Cirilo Mora el primer Licenciado en Medicina (1877). La Facultad tuvo vida efímera y se cerró en 1880.
El Gran Hotel Costa Rica es un hotel localizado en San José, Costa Rica, sobre Avenida Central y Segunda entre Calles 1 y 3.
Actualmente el hotel cuenta con cinco pisos, 107 habitaciones, un restaurante, un bar, un casino en el vestíbulo y una cafetería en el patio, que destaca por sus actuaciones de marimba.
Forma un conjunto cultural y arquitectónico con los cercanos Teatro Nacional, Las Arcadas, Plaza de la Cultura, Edificio Knöhr, Plaza Juan Mora Fernández y Museo del Oro Precolombino.
Década de 1930 donde solo contaba con cuatro pisos.
En diciembre de 2004 fue declarado patrimonio histórico-arquitectónico de Costa Rica,al considerarse a este edificio testimonio urbano del San José de la primera mitad del siglo xx y promotor de la naciente industria turística nacional. Es el único hotel de Costa Rica con esta distinción.
El Edificio Maroy, también llamado Edificio Roy, es un inmueble ubicado en la ciudad de San José, en la intersección entre la calle 3 y la avenida 1 . Construido en 1923, perteneció a Sigurd Roy Holstad y María E. Jiménez de la Guardia.
Fotografías de Maritza Cartín E.
De características arquitectónicas sobresalientes, influenciadas por el eclecticismo neoclásico, sobresale principalmente por su cúpula de concreto, los balcones, las columnas y los tres leones de piedra sobre el pórtico del inmueble.
Fotografía Flickr.
El lugar donde se encuentra ubicado el edificio es relevante para la historia nacional: el Edificio Maroy substituye a otro edificio donde se localizó la editorial del Periódico La Información, incendiado en 1919 en el inicio de un movimiento popular para derrocar la dictadura de Federico Tinoco.
Fotografía parqueopublico.com
Obra emblemática de la historia política, arquitectónica, cultural y social de la Costa Rica de finales del siglo XIX e inicios del siglo XX, fue declarado patrimonio arquitectónico de Costa Rica en el año 2000, y restaurado por el Centro de Patrimonio del Ministerio de Cultura con una inversión cercana a los $200 000.
El Edificio Herdocia es un inmueble de cuatro pisos ubicado en San José, Costa Rica. Fue construido en 1945 por el arquitecto catalán Luis Llach Llagostera. Localizado en una esquina en la que confluyen la calle 2 y la avenida 3 de esta capital centroamericana, al costado norte del Edificio de Correos y Telégrafos de Costa Rica, con el cual conforma uno de los conjuntos de mayor valor arquitectónico del casco urbano josefino.
El Castillo del Moro, conocido también como el Castillo de Amón o Casa del Moro, es un edificio ubicado en la ciudad de San José, Costa Rica.
Construido en 1930 por encargo de su dueño, el español Anastasio Herrero Vitoria, es obra del arquitecto de origen catalán Gerardo Roviray del maestro de obras de origen croata Pasko Hilje.
Se encuentra localizado en el distrito de El Carmen, concretamente en el histórico Barrio Amón, uno de las zonas residenciales más importantes de esta ciudad durante el siglo XIX y parte del siglo XX.
Una hermosa fotografía de esta bella edificación.
Fue residencia de monseñor Carlos Humberto Rodríguez Quirós, arzobispo de San José entre 1960 y 1978. Destaca por su exótica arquitectura de influencia neomudéjar, de gran belleza por los exquisitos detalles de su ornamentación, razones por las cuales el Castillo del Moro es patrimonio histórico-arquitectónico de Costa Rica desde el año 2000.
Fotografía Revista Imagen
El Castillo del Moro es una vivienda de dos pisos, ubicada en un importante eje de acceso a la ciudad de San José. Es llamado de esa forma ya que su construcción recuerda una pequeña fortaleza mudéjar. Su infraestructura incorpora elementos arabescos, como arcos de medio punto, decorados moriscos en los remates de los muros y las ventanas, filigranas en relieve, cerámicas, ménsulas y mosaicos españoles, y gárgolas en las cornisas exteriores. Posee una torre exterior con una cúpula de bronce y un patio interno como comedor central, rodeado de columnas y arcos, y con una fuente en el medio. En su interior hay varios aposentos y habitaciones espaciosas con paredes de ladrillo repellado y alrededor de mil azulejos que representan distintas escenas de El Quijote de Miguel de Cervantes y varias reproducciones de pinturas de Francisco Goya, así como los escudos de Costa Rica y de España, escudos de las regiones españolas y de las provincias de Costa Rica.
En la actualidad, es una residencia privada y es un punto de atracción turística para locales y extranjeros.
El Edificio Steinvorth, también llamado Almacén Steinvorth, es un inmueble de dos pisos ubicado en San José,Costa Rica. Construido en 1907 por el italiano Francesco Tenca Pedrazzini, por encargo de los hermanos Wilhem, Walter y Otto Steinvorth Ulex, comerciantes alemanes radicados en Costa Rica en 1872.
Costado Sur del Castillo Azul sobre Avenida Central. (Fotografía de Maritza Cartín E.)
El Castillo Azul es un edificio localizado en San José, Costa Rica. Es una de las cuatro edificaciones que pertenecen a la Asamblea Legislativa de Costa Rica y alberga la presidencia del congreso.
Se encuentra ubicado en Cuesta de Moras, entre Avenida Central y calle 17, sobre el bulevard Ricardo Jiménez Oreamuno.
A inicios de enero de 1816, en la Sala del Cabildo josefino, se tomó una importante decisión para la que entonces no pasaba de ser una aldea: se acordó construir el primer edificio destinado a la educación de su juventud. Previamente habíase levantado la lista de donantes para realizar la obra, entre quienes estaba el destacado presbítero Félix Velarde Umaña. Él había sido párroco de San José y era propietario del primer cafetal documentado en el país, cultivo que también había promovido entre los vecinos.
Además de ser uno de los principales contribuyentes, anota monseñor Sanabria: “En poder del padre Velarde estaba el dinero donado por el obispo, una imagen de Nuestra Señora del Carmen y un retablo para el oratorio” ( Datos cronológicos para la Historia Eclesiástica de Costa Rica ).
Aquí apreciamos la Iglesia Nuestra Señora de la Merced en todo su esplendor. A la derecha podemos observar la Catedral Metropolitana.
La Primera Iglesia de la Merced:
Esta primera iglesia surgió en 1816 por iniciativa de un grupo de vecinos de la villa de San José que deseaban erigir un oratorio dedicado a la Virgen de las Mercedes, patrona de la ciudad de Barcelona.
Los vecinos recolectaron de su propio bolsillo el dinero y edificaron un templo de adobes y tejas en un sitio cercano a la antigua Factoría de Tabacos de San José (ver siguiente fotografía).
1871 Otra hermosa fotografía de Costa Rica y su Historia.
Fotografía de la izquierda donde estuvieron los reservorios de agua. Fotografía de la derecha, reservorios de agua, Aranjuez, 1909.
Fuente de Moisés’, ubicada en el barrio Aranjuez, cerca del Hospital Rafael Ángel Calderón Guardia. La escultura se instaló en 1868. Fotografía: Maritza Cartín E.
Esta fuente muestra el pasaje bíblico de Moisés golpeando una roca de la cual brota agua para saciar la sed de un niño, el cual es resguardado por un ángel, dicho pasaje corresponde al Salmo CV (105), v. 41, de la Biblia Latinoamericana.
“…Abrió la roca y las aguas brotaron, y por la tierra seca corrían como ríos…”
Los problemas de abastecimiento y calidad seguían siendo significativos para la ciudad capital.
Es así como en 1858 el gobierno firmó un contrato con Guillermo Nanne y Francisco Kurtze para construir una tubería de hierro en San José. El contrato establecía la construcción de un tanque y filtros en un potrero propiedad de los sucesores de doña Petronila Castillos. Este tanque se construiría al lado del que ya tenía la Fábrica Nacional de Licores en Barrio Aranjuez, contiguo al actual Hospital Calderón Guardia.
La tubería madre sería de nueve pulgadas de diámetro y saldría rumbo oeste pasando por la calle La Laguna (actual Costado sur Parque España, antes denominado Plaza de la Fábrica), continuando siempre por lo que hoy es la avenida tercera hasta la iglesia del Carmen, doblando hacia el sur hasta la Plaza Principal (actual Parque Central) y de ahí doblando hacia el oeste por la calle del Presidente (actualmente la avenida 2ª) hasta topar con el Hospital San Juan de Dios.
Este proyecto no se logró llevar a cabo debido a un atraso en la disposición de los fondos para su ejecución. Pero queda claro los lineamientos generales que seguiría unos diez años más tarde la primera cañería de hierro de San José.
Lo cierto es que fue hasta 1865 que se empezó a construir el tanque de almacenamiento en el sitio anteriormente indicado. La cañería de hierro se inauguró el domingo 25 de octubre de 1868 y se terminó en 1869. Esta partía del tanque y distribuía el agua en el cuadrante de la ciudad, pero el trecho desde la toma hasta el tanque de almacenamiento continuó siendo una acequia proveniente del río Torres, como adelante se detallará, lo que provocaba condiciones sanitarias deficientes, como lo muestran los comentarios del Dr. Bansen en 1882.
Hoy en día se levanta una fuente en la entrada Oeste del Hospital Calderón Guardia, dando alusión a estos antiguos tanques de agua que abastecieron a nuestra capital de este preciado líquido, el agua.
Declarado patrimonio el 18 de mayo del 2004 bajo decreto #31789 MCJD, Gaceta #96.
Referencias:
-Fotografías de la Fuente de Maritza Cartín (Año 2016).
–Alvarado Rojas, Douglas D. Sinopsis Histórica de Abastecimiento de agua para la ciudad de San José. Agosto 2004.
Ubicado en Avenida Central, Calle 7 y 9 (donde hoy se encuentra el Hotel Balmoral) se levantó un hermoso edificio que se edificó para tener la función de uno de los mejores teatros de la época.
Historia:
Jacinto Roig Cors, un joven procedente de Barcelona, España llega a las costas del Caribe costarricense en 1884.
Muy pronto, el señor Roig se involucra en la vida social y comercial de Costa Rica, actuando como contratista y comerciante, y teniendo varios negocios, como la Cantina La Geisha, una de las cantinas de la época.
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1910
Con ese dinero, más sus ahorros arduamente acumulados, pensó Roig aprovechar una crisis por la que atravesaba el teatro Variedades, para incursionar él también en el negocio teatral, al alza en la década de 1910.
Fue de esta manera como adquirió el lote esquinero al noreste del cruce de avenida Central y calle 7 –donde está el Hotel Balmoral– para iniciar las obras del futuro Teatro Roig.
Es así como inicia en 1914, con “precios económicos”, “grandes funciones cinematográficas”, “función diaria, excepto lunes”, “matiné los domingos y días festivos”, “sistema americano de permanencia voluntaria” … y, por último: a “precios de crisis aguda”.
1947
A la sazón, se presentaba en el Teatro Nacional, al frente de su “Compañía de Operetas Vienesas”, la diva mexicana Esperanza Iris (1884-1962), conocida como la “Emperatriz de la Gracia y Reina de la Opereta”, cuando el diario La República anunció que: “Hemos tenido noticia de que la eminente artista (…) está gestionando la compra del Teatro Roig, que una vez concluido será uno de los más bellos y amplios de la capital. Los detalles que actualmente se estudian son la suma que la señora Iris ofrece y la que el propietario (…) pide, entre las cuales hay una diferencia no muy notable (…).
“Confiamos en que las pequeñas diferencias se allanarán y que el hoy Teatro Roig, podrá dentro de poco ser el Teatro Esperanza Iris”.
Ahora, gracias a los investigadores mexicanos Sergio López y Julieta Rivas, sabemos que lo ofrecido por ella fue la entonces nada despreciable suma de $30.000 (Esperanza Iris. La tiple de hierro).
La diferencia entre oferta y demanda por el inmueble no fue mínima, lo que llevó a la transacción fallida del teatro que Roig tuvo que entregar a Arthur Wolf Boni por deudas.
1922 Fotografía de Manuel Gómez Miralles
Empresario maderero y constructor, Wolf había establecido aquí, en 1906, la National Lumber Company, empresa responsable de las obras del teatro, y con ella se tomó el resto del año para terminarlo. Por esa razón, todo indica que entre diciembre de 1914 y mediados de febrero de 1915, no hubo funciones en el Roig.
Cambiando de manos
Cuando volvió a la palestra urbana, tenía ya la modesta apariencia ecléctica que le conocemos por las viejas fotografías que de San José disponemos; aunque de su interior solo sabemos que era “amplio y cómodo” –como anotara el cronista teatral Fernando Borges–, pues poseía capacidad para unos 1.350 espectadores, y que era, “sin duda, el que reúne mejores condiciones después del Nacional”.
Anuncios del teatro mostrando sus distintos nombres, aparecidos en el diario ‘La Información’, de arriba abajo: el 3 de noviembre de 1914, el 16 de enero de 1916 y el 25 de marzo de 1916. (Andrés Fernández para LN.)
Ignoramos, además, quién lo diseñó, pero si por esa misma época el teatro Moderno (1913), el nuevo teatro Variedades (1917) y el teatro Apolo de Cartago (1917), fueron obra del versátil arquitecto catalán Luis Llach Llagostera (1883-1955); todo apunta a él como su artífice.
Para efecto de esta crónica, lo cierto es que, a partir de mediados de febrero de 1915, el teatro empezó a operarlo el señor Rafael Delcore, cuya empresa teatral “Delcore Company” manejaba ya el teatro Moderno. Además, la empresa era distribuidora de películas; por lo que aparte de las variedades usuales, el Roig proyectaba cintas a precios módicos también.
Así, fue ese empresario el que, para inaugurar en forma el teatro, trajo a la compañía italiana de ópera Cleo Vicini, troupe que hizo su debut el 17 de abril de 1915; tras lo cual permaneció aquí cerca de un mes. Como representante suyo, fue que vino al país Mario Urbini Casali (1885-1963), futuro e importante empresario teatral él mismo, como veremos.
En julio del mismo año, Delcore se convirtió en representante local de la Empresa Cinemas Teatros Limitada de Lima, Perú; lo que aumentó su capacidad como distribuidor cinematográfico, además de reforzar la actividad de los teatros a su cargo, claro está.
Empero, solo unos días después, anunciaba el señor Wolf su intención de negociar el teatro Roig con la empresa del Variedades, fuera por asociación, venta o arrendamiento; pero se impuso la segunda opción por poco más de sesenta mil colones. Fue cuando estalló la litis pendiente sobre aquel inmueble.
Horas antes de que Wolf lo traspasara, otro importante acreedor que tenía Jacinto Roig, presentó un embargo contra la misma propiedad, dejando en suspenso su venta. Por esa razón, el juez del caso nombró depositario del teatro a su arrendatario, y Roig se declaró en quiebra para que sus asuntos se arreglaran por la vía judicial.
Cambiando de nombre
Por fin, puesto a remate en noviembre de 1916, la empresa del Variedades obtuvo el teatro por la suma de ¢50.000. Sin embargo desconocemos por qué, en enero de 1916 este funcionó con el nombre de Teatro Alhambra, ya que para febrero era parte de aquella empresa y ya se llamaba América.
Ruinas dejadas por el Teatro América, tras el incendio del 12 de febrero de 1953. Fotografía de autor no determinado. (Andrés Fernández para LN.)
Por su parte, en 1917, Mario Urbini, quien representaba aquí a la empresa cinematográfica colombiana Di Doménico, formó junto al empresario Felipe J. Alvarado, la Empresa Teatral Urbini S. A. que pronto se hizo cargo de los teatros Variedades, América y Moderno. Fue a partir de entonces que el América despegó de veras, para entrar en la memoria social josefina.
Según el cronista Joaquín Vargas Coto: “Sirvió, para lo que los teatros sirven además de los espectáculos de entretenimiento para los que fueron creados. Desde su escenario se dijeron discursos, se dictaron conferencias, se regaron semillas de ideas y de ideales; manifestaciones políticas, recitales, veladas de arte y actos escolares, tuvieron lugar bajo su bóveda. (…)
“Su actualidad coruscante fue en los días del teatro lírico, cuando la zarzuela y la opereta arrebataban a nuestros públicos, o nos visitaban tonadilleras y bailarinas famosas. (…) De entonces a nuestros días ha habido claros y oscuros. Noches en que rebosaban de espectadores palcos, lunetas y galerías, y otras en que acudía a los labios la consabida frase: ¡aquí asustan!” (El incendio del teatro América).
Incendio del Teatro América:
Al inicio de la década de 1950, el América se dedicaba ya casi exclusivamente al cine, mientras que su vieja apariencia era sustituida por las líneas rectas de la arquitectura moderna de “estilo internacional”, aunque más por fuera que por dentro. Entonces, el jueves 12 de febrero de 1953, vino el desastre… y su histórico fin.
Era de mañana cuando las llamas empezaron en los alrededores del teatro, para poco después convertirse en un gran incendio que destruyó siete edificaciones más. Su mayor dramatismo se alcanzó cuando la fachada del América se derrumbó, trayéndose consigo al suelo la marquesina luminosa.
El trágico espectáculo fue contemplado por un público perplejo e impotente al que se sumó el mismo presidente de la República, y que en aquel momento pareció a la medida del coliseo que caía, tras cuatro décadas de vida, para abandonar así el escenario urbano capitalino.
Referencias:
El Artículo es del señor Andrés Fernández, Historiador. La Nación, Marzo, 2023.
Forma parte de un eje urbano que conecta el Parque Nacional con el Morazán a través del Paseo de las Damas, una de las principales avenidas de la capital costarricense.
1990’s Parque Morazán (Fotografía Jorge Salazar)
El Parque Morazán tuvo su origen en el decreto del 15 de setiembre de 1887, por medio del cual nuestro Gobierno dispuso rendir un homenaje a la memoria del general Francisco Morazán, ex Presidente de Centro América, y por poco tiempo, Jefe de Estado de Costa Rica durante 1842.
La vieja Catedral de San José, vista desde la Plaza Principal (Parque Central). Reproducción de un grabado en metal. José Ramón Páez, 1855.
Se construyó como condición para que San José fuera titulada como ciudad por parte de la Corte Española. Su construcción duró dos años empezando en 1825 a cargo de Eusebio Rodríguez y veintitrés años después, cuando el Monseñor Anselmo Llorente fue declarado obispo (1850) la iglesia recibió el título de catedral.
1922-Casa Amarilla y a la izquierda se puede ver el Consulado de Cuba (hoy INS). Fotografía de Gómez Miralles.
La Casa Amarilla es un edificio localizado en la ciudad de San José, capital de Costa Rica.
Es la actual sede del Ministerio de Relaciones Exteriores de ese país. Ubicada en el distrito de El Carmen, en la intersección entre avenida 7 y calle 11, San José.
Es un inmueble de arquitectura neocolonial con decorados neobarrocos, construido en 1920 por el arquitecto estadounidense Henry D. Whitfield, con el propósito de que dicho edificio fuera la sede la Corte Centroamericana de Justicia.
Considerado vestigio fundamental de la herencia urbana costarricense, fue declarado Monumento Nacional el 17 de septiembre de 1976 y es patrimonio histórico-arquitectónico de Costa Rica.
La Iglesia de Nuestra Señora de la Soledad se localiza en la ciudad de San José, al centro de Costa Rica. Fue construida a mediados del siglo XIX e incorporada al Patrimonio Histórico y Arquitectónico del país el 8 de diciembre de 1999.